Transcurren lo que les queda de vida lejos de los de su especie, viendo el mundo a través de jaulas. Ese es el destino de casi todos los animales que son víctimas de trata y tráfico.

Un animal es “candidato a liberación” siempre y cuando no haya sido capturado, por ejemplo, si accidentalmente ingresó a una granja. Cuando ocurren incidentes de ese tipo, se evalúa a la especie y, con base en los resultados, casi siempre se determina soltarla. Pero, la gran mayoría no corre esa suerte.

Los refugios están al borde del colapso porque “casi el 100%” de animales que llega ahí no puede ser reinsertado a su hábitat natural. Hay una causa fundamental que los condena a pasar el resto de sus vidas en cautiverio: el contacto con los seres humanos.

“Son animales (exóticos o silvestres) que han sido comprados como mascotas, están mucho tiempo en casas. Hay casos de especies que están hasta 50 años con las personas. (Cuando son rescatados) ellos necesitan sí o sí asistencia humana”, aseveró el responsable de la Unidad de Conservación de la Biodiversidad de la Gobernación de Cochabamba, Omar Osco.

Añadió que, con el tiempo, la gente se cansa de ampararlos o tiene problemas con sus vecinos y los abandona o los entrega a refugios.

Ese animal “imposible que ya vuelva a su entorno”. Osco justificó que, como se intentó domesticarlos, estuvieron en contacto con perros, gatos o animales de granja que, casi siempre, terminan pasándoles enfermedades o parásitos. “Por querer reintroducir al animal (a su medio), usted puede llevar una enfermedad a la población silvestre”.

Lamentó que en el país no haya la tecnología necesaria para determinar las enfermedades que podrían afectar a los animales silvestres o exóticos, por lo que los profesionales prefieren no arriesgarse. “Uno piensa que está haciendo bien al animal (al devolverlo a su hábitat), pero estamos poniendo en riesgo al resto de la población silvestre”. Agroflori, un refugio que inicialmente era de aves, ahora conserva otras variedades de animales que son evidencia de la imposibilidad de reinsertarlos.

Por ejemplo, hay un zorro que fue víctima de ciertos “rituales” y le cortaron la cola. Ahora transcurre su vida lejos de los de su especie.

Denuncias

El número de referencia de Pofoma para realizar denuncias sobre la tenencia de animales exóticos o silvestres es el 4511688.