Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:54

ESTÁN EN AGROFLORI Y REFUGIO MUNICIPAL

Hay 40 animales silvestres de la tercera edad y sufren 3 males

Son aves y mamíferos que padecen artritis, ceguera y reumatismo. Algunos tienen hasta 70 años. Hubo al menos dos fallecimientos por edad avanzada.
Dos loros de la tercera edad refugiados en Agroflori.    NOÉ PORTUGAL
Dos loros de la tercera edad refugiados en Agroflori. NOÉ PORTUGAL
Hay 40 animales silvestres de la tercera edad y sufren 3 males

Sus dos patitas están encogidas, denotan que ya no pueden cargar con el peso de su edad, 70 años. Respecto a los otros loritos, a él se lo ve aletargado y extenuado, todo a causa de su artritis.

Él es uno entre 15 loros de la tercera edad que transcurren los últimos días de sus vidas en el refugio Agroflori, que está en Quillacollo. 

En ese establecimiento y en el refugio municipal de Cochabamba, que está cerca de la laguna Alalay, hay 40 animales, entre aves y mamíferos, adultos mayores.

Para estos “viejitos” las posibilidades de reinserción a su hábitat son nulas porque requieren cuidados especiales, debido a que sufren de al menos tres males.

Uno de los padecimientos más comunes en aves es la artritis, una inflamación en las articulaciones. Cuando los loros gerontes quieren aliviar su dolor articular, estiran las patas hacia atrás y reposan todo su peso sobre sus vientres.

Otros desarrollaron reumatismo, una enfermedad que afecta a músculos y tendones, produciendo dolor, rigidez y limitación de los movimientos.

En los faisanes de Agroflori, que son aves gallináceas, la vejez es más implacable. El reumatismo, por ejemplo, los aqueja hasta doblarles las patas. 

Un tercer “achaque” característico de la vejez en los animales silvestres es la ceguera. “Ya les falla la vista. No se dan cuenta dónde está su comidita”, contó la encargada del Parque de Aves Agroflori, Rosa Luizaga.

La veterinaria de Agroflori, Lizbeth Bustamante, dijo que las parabas y aves grandes viven hasta 100 años, pero a partir de los 70 su salud empieza a deteriorarse.

MÁS ANIMALES Al grupo de loros de la tercera edad que reposa en Agroflori se suman las tortugas. Hay al menos 20 adultas mayores.

Rosa explicó que el paso del tiempo en las tortugas se nota “en las patas, en el cuello y en cómo se alimentan. Lo hacen mucho más lento”.

Otros “ancianitos” refugiados en Cochabamba son un faisán y un mono. El último está en un establecimiento municipal y sufre, sobre todo, dolencias en la dentadura.

CUIDADOS Si bien no hay centro especializado en animales silvestres gerontes, los médicos veterinarios les dan medicamentos para “resistir el dolor”.

Además, son cuidadosos con la alimentación. Los loros de la tercera edad, por ejemplo, reciben maíz remojado porque “tienen dolores en el pico y la mandíbula cuando se les da alimento duro”, dijo la veterinaria de Agroflori.

NECESIDADES Rosa confesó que, al principio, no se daban cuenta de los males que afectaban a los animales adultos mayores.

Sin embargo, ahora, los profesionales saben cómo responder a sus necesidades. Cuando atienden a las aves que perdieron la vista, hacen sonar el maíz que está en sus platos para alertarles que su comida está lista.

Además, en temporada de frío, protegen las jaulas con frazadas, para que sus dolores por artritis o reumatismo no incrementen.

DETALLES Un animal que se encuentra en la última etapa de su vida debe ser acompañado para garantizar su bienestar. 

En otros países, para garantizar el bienestar de estos animales preparan dietas especiales -como papillas o licuados- con los nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades específicas. 

Además, les hacen hacer entrenamientos y ponen elementos en sus ambientes para  promover comportamientos que los ayudan a mantenerse más saludables, según el portal del Gobierno argentino.