Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

INFORME SEDES

3 enfermedades que desarrollan los niños trabajadores

Este segmento es vulnerable a males de la cavidad bucal, respiratorias e intestinales. Denuncian que en los seguros públicos sus padres son juzgados.
Dos niños bailan en medio del tráfico vehicular para ganarse la vida.  DICO SOLÍS
Dos niños bailan en medio del tráfico vehicular para ganarse la vida. DICO SOLÍS
3 enfermedades que desarrollan los niños trabajadores

¿Cómo está la salud de los niños que trabajan en la calle? La mayoría está enfermo o desarrollando algún mal. Comen lo que hay, a veces nada; donde pueden, en el piso y con sus manitas que tocan constantemente las monedas que les dan las personas que se conmueven con su situación; y expuestos a las inclemencias del tiempo, calor o frío extremo.

No hay cuerpo que resista todo eso, menos el de ellos que, a su edad, es aún más vulnerable.

Las enfermedades de la cavidad bucal, respiratorias e intestinales son las tres que más desarrollan los niños, niñas y adolescentes trabajadores de Cochabamba.

La responsable de Seguros Públicos de Salud del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Judith Choque, informó que esos son los tres males predominantes en el segmento de menores de edad de 5 a 9 años.

Los pequeños de 10 a 14 años repiten esas patologías, pero le llamó la atención que también tienen enfermedades del sistema reproductivo.

Informó que el Sistema Único de Salud (SUS) debe ser universal y gratuito para los niños, niñas y adolescentes trabajadores, en el marco de un conversatorio organizado por la Fundación Kallpa y su proyecto Trabajo Digno.

DETALLES Otros males que afectan a los menores de edad que trabajan son las infecciones de la piel o subcutáneas, presumiblemente por la exposición prolongada al sol. Además, patologías de las vías urinarias, conjuntivas e, incluso, traumatismos.

Durante un recorrido por las calles de Cochabamba es evidente la exposición física de los niños trabajadores. Sortean los autos en movimiento para ganarse la vida. Algunos usan cartones como disfraces para llamar la atención de los choferes, sin considerar que -con cajas encima- su visibilidad reduce y pueden ser víctimas de accidentes de tránsito.

Aquellos que están convalecientes, a veces, prefieren no acudir a los establecimientos de salud públicos, debido a que, según contaron, alguna vez sus padres fueron “juzgados” por permitir el trabajo infantil.

En criterio de la responsable de seguridad social en el proyecto Trabajo Digno de la Fundación Kallpa, Silvia Ruiz, este segmento es el más expuesto por las fuentes laborales informales que tiene.

Sugirió que se les otorgue un seguro a corto plazo o insertarlos a empresas formales para que tengan un seguro, aunque esto es complicado.

Cifra

Solo la Asociación de Vendedores de Caramelos de La Paz y El Alto tiene a 900 menores afiliados. Algunos están en situación de calle, de acuerdo con un informe del Área de Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social.