Las habas son un alimento altamente energético. Sus propiedades permiten el desarrollo normal del cuerpo. Este producto es fuente de vitaminas B1 y B2, manganeso, hierro, cobre, calcio y fósforo. Además contienen 77,1 por ciento de agua y son abundantes en calorías y proteínas.

Francisca Fernández, nutricionista, menciona que el valor nutritivo de las habas es distinto si son frescas o secas.

Las habas secas tienen mayor cantidad de hidratos de carbono y proteínas, mientras que las habas frescas (tiernas) aportan un alto valor de saciedad y son ricas en nutrientes, según un artículo publicado en el sitio web boliviaen tusmanos.com. Uno de los aportes más importantes de este alimento es que ayuda a acrecentar y conservar la memoria, por eso es una buena opción para la lonchera de los niños. Incluso para el tratamiento de personas con Alzhéimer.

La harina de haba es utilizada como calmante de los dolores musculares y la hinchazón de senos y testículos. Fernández recomienda consumir las habas en ­pequeñas cantidades (alrededor de una taza) ya que el sistema digestivo tarda en digerirlas.