Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 09:45

LOS CHORIZOS SON LA PRINCIPAL CARTA DE PRESENTACIÓN DE LA GASTRONOMÍA CAPITALINA. TAMBIÉN SON CONOCIDAS SUS EMPANADAS Y FRITANGAS

Chuquisaca tiene una cocina variada y picante

Chuquisaca tiene una cocina variada y picante



La comida chuquisaqueña es una de las más apreciadas de la gastronomía nacional. Por su variedad, su sazón y su apego a los sabores extremos (dulces y picantes), es favorablemente valorada tanto por los comensales locales como por los visitantes.

El más popular de sus platos típicos es el conocido como el chorizo chuquisaqueño, que suele ser servido antes de mediodía y acompañado por cerveza negra. El embutido de cerdo suele estar acompañado de mote de maíz blanco, pan sopado en manteca y ensalada de lechuga, tomate, cebolla y locoto. Una variante del plato es el sandwich de chorizo, que prescinde del mote.

La popularidad del chorizo es tal, que ha sabido incorporarse a la cocina de otras ciudades, donde se lo puede degustar con relativa facilidad y sirve de parámetro de sazón para medir los demás embutidos bolivianos.

En Sucre, el chorizo suele estar asociado a un local en particular: el “7 Lunares”. Su historia se remonta al inicio del siglo pasado, cuando una atractiva chola, cuya peculiaridad eran siete lunares en su rostro, creó el negocio culinario que, tras cinco generaciones, se ha convertido en un patrimonio regional, con varios locales de venta en la ciudad.

VARIEDAD Más allá de la popularidad de los chorizos, la gastronomía chuquisaqueña es de una gran variedad y tiene muchos platos tradicionales que ofrecer.

Entre los más cotizados figura la empanada, también conocida como salteña, que puede ser de carne de res, pollo e, incluso, cerdo. Las empanadas, que se sirven en múltiples locales de la ciudad, son una parte importante de la tradicional gastronomía chuquisaqueña y se comen a media mañana.

Otro de sus platos es la fritanga, que se prepara con carne de cerdo, ají colorado, cebolla y mote blanco. Similar a la fritanga es el mondongo, que se sirve con mote de maíz cocido, piel de cerdo y ahogado, y cuyo consumo está vinculado a la temporada de Todos Santos.

En la cocina chuquisaqueña ocupan también un lugar especial el karapecho (elaborado con charque seco, papa y mote), el koko de pollo (hecho a base de pollo, chicha y condimentos) y la sulka (que contiene carne de res, maíz, ensalada de lechuga, tomate y cebolla).

PICANTE La tradición culinaria chuquisaqueña tiene como uno de sus rasgos más distintivos el empleo intensivo del picante, ya sea en forma de locoto, ají colorado o ají amarillo.

Chuquisaca se prodiga por una amplia y variada producción de ajíes, que se expresa también en términos gastronómicos. No por nada, sus cocineros son diestros en la preparación del picante de pollo y de otros platos similares.