Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:16

RESPONSABILIDAD/// PRO HÁBITAT EJECUTÓ LAS OBRAS Y DESTACÓ LA CALIDAD DEL PRODUCTO DE COBOCE.

Ladrillos Ceramil cobija a 800 familias en viviendas sociales en el trópico

Ladrillos Ceramil cobija a 800 familias en viviendas sociales en el trópico





La construcción de casi 800 viviendas sociales en el trópico fue muy óptima y de gran calidad. “Los ladrillos Ceramil tienen más resistencia por el clima húmedo de la zona y llegaban a tiempo siempre” afirma el gerente regional de la Fundación Pro Hábitat en Cochabamba, Rolando Velarde.

La Fundación Pro Hábitat ejecutó el proyecto de Viviendas Saludables Productivas del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda y el Viceministerio de Vivienda y Urbanismo, en 14 comunidades del trópico cochabambino de Villa Tunari y Shinahota.

En estas obras se utilizaron ladrillos de seis huecos reforzados y capaces de resistir la humedad debido al clima de la zona.

El proyecto concluyó a finales de 2013.

Para los muros de las viviendas sociales se utilizaron ladrillos fabricados por COBOCE Ceramil.

Velarde explica que el proyecto inició en agosto de 2011 y finalizó en 2013 con la conclusión de 794 casas -749 construidas y 45 mejoradas- todas edificadas al gusto y necesidad de los beneficiarios, pero además con materiales de primera calidad cuya licitación y presupuesto fueron manejados por los mismos vecinos.

Cada vivienda construida tiene una característica diferente de acuerdo al requerimiento del dueño.

El proyecto tuvo dos fases. En una primera contemplaba a comunidades de San Mateo, Colorado, San Rafael, 10 de Octubre, San Isidro, San Julián, San Luis, Colorados de Bolivia, Capihuara, Isinuta, Colorada Belén, Munay Pata, Urcupiña y Cocales.

Debido al éxito del proyecto de vivienda en el área rural, la nueva Agencia Estatal de Vivienda decidió replicar en la zona urbana de Cochabamba.

Así, el Programa Mejoramiento, Ampliación y Renovación de vivienda se aplica en cinco Organizaciones Territoriales de Base (San Francisco Palérmo Rosario, Bello Horizonte, Lomas del Pagador, San Andrés y Central Itocta) del distrito municipal 14 Villa Pagador de la zona sur de Cochabamba.

Pero este segundo plan tiene retraso en las obras y quejas por la mala calidad de los materiales de construcción porque resulta que fue el Gobierno el que eligió otros materiales de construcción que no son los de COBOCE Ceramil.

“En un inicio, nosotros teníamos que comprar los materiales, pero la Agencia Estatal de Vivienda pedía facturas y eso no nos compete hacer”.

“En cambio, la calidad del trabajo, de los productos con COBOCE Ceramil y de la organización, del anterior proyecto en el trópico fue distinta”. Son casas de tres dormitorios con sus dependencias. Se utilizó más de tres millones de piezas de ladrillos Ceramil, dice Velarde.

Expertos explican que el producto de COBOCE Ceramil es óptimo para la zona del trópico porque el ladrillo tiene una absorción de humedad menor al 15 por ciento . Esto garantiza su durabilidad porque impide que el moho se propague y lo deteriore.

COBOCE En tanto, Oscar Mamani, quien fue gerente de Ceramil al momento de ejecutar el proyecto en el trópico, calificó de maravilloso el trabajo.

Mamani recuerda el momento en que realizaron una inspección a las obras estando ya concluidas. Entraron a las casas y se sorprendieron al ver que estaban relucientes. Incluso, los habitantes de la vivienda se quitaron los zapatos para ingresar.

Visitaron varias casas. En una de ellas vio en la cocina varias ollas abolladas, pero brillando de limpio, sin grasas que la afeen.

“Entonces escuché decir a la señora: desde que tengo esta vivienda hemos cambiado hasta nuestra forma de ser, de vivir”.

Mamani cuenta que uno de los requisitos del proyecto es mantener limpias y ordenadas las casas, por eso se llaman “viviendas saludables”. Los beneficiarios estaban organizados en grupos y cada sector tenía su directorio que controla el aseo desde el inicio hasta el final del proyecto, cuenta Mamani.

Recibir un lugar para vivir fue para los habitantes de zonas alejadas del trópico un gran cambio.

“El día de la inauguración la gente lloraba de alegría, de emoción”.

 Testimonios

Rodolfo Chuquisea

El producto que nos ofrece la empresa COBOCE Ceramil es un ladrillo de seis huecos que sirve para levantar una pared de una vivienda.

La calidad y el preparado son magníficos en esta empresa. Confío más en el resultado que obtendré y por eso llevo todo lo que produce aquí, en la fabrica de la avenida Blanco Galindo.

Ahora he venido tarde y ya no hay quien cargue los ladrillos que quiero comprar. pero igual volveré mañana muy temprano. Empiezan a atender desde las 7 de la mañana.

Una forma de comprobar es observando el ladrillo. Si tiene porosidades es que no es un producto bueno y, finalmente se puede verificar soltando el ladrillo al piso. Si es de mala calidad se romperá, pero si está bien hecho quiere decir que es más resistente, es más compacto. Ceramil pasa esta prueba.

Luis José Montaño

Tengo mi ferretería desde hace muchos años.

Uno de los principales productos que se vende cada día es el ladrillo de COBOCE Ceramil.

La verdad es que su tamaño y su resistencia convencen a los constructores.porque saben que al final los resultados serán óptimos y de acuerdo a las expectativas de los clientes.

La ferretería que tenemos la familia es una de las más antiguas y completas que existe en todo el Valle Bajo.

Aquí, los clientes saben que van a recibir una buena atención, además del asesoramiento en caso de dudas sobre la cantidad de material que se necesita para una construcción, para un muro, para un edificio.

Todo eso ofrecemos a nuestros  clientes en el momento que nos visitan y consultan sobre sus requerimientos.

“Soy albañil y garantizo mi trabajo con ladrillos de 6 huecos de Ceramil 

Simón Cáceres es un antiguo albañil. Tiene 40 años de experiencia en el rubro de la construcción.

Es escurridizo porque un día puede estar construyendo en la ciudad de Cochabamba y al otro está en Vinto o en Tiquipaya (Quillacollo).

El trabajo no le falta. Está seguro que es por las buenas obras que hace.

“Nunca he tenido reclamos porque garantizo mi trabajo utilizando los mejores materiales. Uso, por ejemplo, los ladrillos Ceramil, más el de seis huecos”.

Asegura que es el mejor producto porque es resistente y no tiene desportillados, además que como es más grande avanza rápido y de manera más segura.

Simón es contratista. Toma obras y luego deja a los albañiles para que ejecuten bajo su supervisión.

Una de las obras que ejecuta en la ciudad es un edificio de siete pisos en la calle Junín y Reza.

Los pisos de arriba serán departamentos, en la segunda planta, oficinas y, en la primera, tiendas comerciales. “Debo tener 30 por ciento de avance de la obra y todo estará concluido en tres meses”.

Utiliza los ladrillos, según la construcción que realiza. “Si se trata de chalets, compro gambote. Si es un edificio, ladrillo de seis huecos”.

PRECIOS Respecto a los precios, señala que los productos Ceramil son unos centavos más caro, pero es garantizado. Llegan productos de La Paz, de Oruro, pero yo siempre recomiendo a mis clientes que se inclinen por la calidad”,

EN ESCUELAS Sergio Barral es de profesión ingeniero. Ejecutó varios trabajos en escuelas y hospitales. Uno de los últimos es el colegio Manuel Claure, en la población de Vinto, Quillacollo.

En Colomi construyen el Colegio Técnico Sócrates Villazón. Inició trabajos en enero de 2013 y se concluirá en noviembre de 2016. Son casi 10 millones de bolivianos. Es una obra consensuada por el Control Social, con recursos del Gobierno.

“Los productos Ceramil son los mejores de Cochabamba, eso puedo decir gracias a la experiencia que tengo”, afirma.

“El ladrillo es más resistente y grande que otros de Cochabamba

Luis José Montaño es uno de los más fieles y convencidos clientes de COBOCE Ceramil.

Es intermediario de la fábrica. Su ferretería lleva el nombre de Santiago y está instalada en Vinto (Quillacollo), camino al Colegio Adventista.

Cuenta que trabaja con COBOCE desde hace aproximadamente ocho años. En su comercio empezaron ofertando todos los insumos para la construcción y el ladrillo es un complemento importante.

Señala que el producto es unos pesos más que otros similares en el mercado cochabambino, pero aclara que la calidad lo justifica y se impone.

La resistencia le da seguridad al constructor de que las piezas de ladrillos o tejas no se romperán en el traslado al lugar de la obra. “En otras marcas, por cada mil ladrillos se pueden romper 300 piezas, pero de Ceramil no llega ni a 20”, dice.

El ladrillo no tiene fallas, por tanto el colocado de cada uno facilita el avance de la construcción.

“La gente sabe que si compra Ceramil, está llevando calidad. Además, el ladrillo es un centímetro más grande que el producto de otras empresas, por tanto, el constructor necesitará menos piezas y reducirá la inversión. El costo final es favorable para el cliente”.

Sus mejores compradores son los arquitectos, los albañiles y contratistas.

Montaño valora que la empresa sea local, tenga inversión boliviana.

El traslado del pedido corre por cuenta de Ceramil. “Ellos despachan en el día hasta la puerta donde se ejecuta la obra”.

Hay dinamismo y eficiencia en las entregas y el tiempo es muy importante en el rubro porque si el material no llega en hora es un perjuicio para el albañil a quien hay que pagar por el tiempo que permanece.

En el Valle Bajo, la gente prefiere el ladrillo de seis huecos, le sigue el ladrillo visto de 18 cubos.

La ferretería está en la avenida Simón y Patiño No. 0142, zona norte de Vinto.