Majestuoso, grandioso y maravilloso. Estos son algunos de los calificativos que bolivianos y extranjeros utilizan para referirse al Carnaval de Bolivia. 

La fiesta que se vive en el país varía de acuerdo a la geografía y cultura de cada región. 

El Carnaval andino, por ejemplo, se caracteriza por los rituales a la Pachamama. En los valles se destaca el juego con agua y la elección de reinas.

El de Oruro es uno de los más visitados por turistas nacionales y extranjeros. El "Fastuoso Carnaval de Oruro" se caracteriza por mostrar una vasta riqueza folklórica que combina la danza y la música. Es Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

En el otro extremo del país, el Carnaval de Santa Cruz refleja el espíritu alegre de este pueblo. Los festejos comienzan un mes antes de la fecha principal con las precarnavaleras, en las que participan comparsas con sus reinas.

En Chuquisaca, centro del país, la festividad se manifiesta mediante la música, la danza y el canto.

En Tarija, la fiesta comienza también con un mes de anticipación, con recorridos y bandas por las calles de esta sureña ciudad de Bolivia. Hombres y mujeres caminan por las calles con adornos de frutas en sus cabezas.

El Carnaval de La Paz se caracteriza por su variedad y colorido. El "pepino" es el personaje que toma por sorpresa al público al que moja, golpea suavemente con su "chorizo" de tela y esponja.