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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Doña Susanita y las manos expertas de las empanadas de antaño

Doña Susanita y las manos expertas de las empanadas de antaño



Al llegar a Capinota, las empanadas de doña Susanita son parte de la galeta (aperitivo) que invita al visitante a recorrer el pueblo impregnado de sabores y tradiciones que nadie olvida.

Su especialidad en las empanadas data de sus 10 años, y fue perfeccionándose con la ayuda de una joven, Lucy Fernández, que llegó al pueblo para capacitar a varias mujeres como ella, con el objetivo de brindarles herramientas para su sustento.

Desde entonces, Susana Irusta Lozada ha desarrollado la técnica y sabor únicos de empanadas de lacayote, queso y picantes cocidos en el tradicional horno de barro.

A las 4 de la tarde, las primeras empanadas salen del horno, muy calentitas. Las más de 200 unidades se acaban en no más de una hora en su puesto del parque Abaroa.

Para que sus empanadas continúen siendo “unicas”, ella recolecta leña, pone a cocer el lacayote durante toda la noche y se levanta muy temprano a preparar la masa. ¿Por qué habiendo la facilidad de usar un horno a gas continúa con el sacrificado trabajo a leña? “Es que no sale igual, a leña es más rico”, afirma.

Su legado, que fue aprendido por las necesidades de la orfandad, probablemente será heradado a uno de sus nueve hijos que aún la apoyan en su actividad.

Rodeada de ellos y sus familiares, los días de trabajo son amenos y llevaderos.

La Alcaldía de Capinota la distinguió en 2010 con el reconocimiento “Ciudadana Notable” por su destacado servicio cultural y por mantener las tradiciones.