Primer ministro interino advierte a los libios que la batalla no ha acabado
08 de septiembre de 2011 (22:19 h.)
El primer ministro rebelde libio, Mahmud Yibril, compareció hoy ante la prensa para advertir que "la batalla por la "liberación del país no ha terminado".
"Tenemos tres retos por delante: el primero es la batalla contra nosotros mismos. Debemos tener la habilidad para olvidar el pasado y construir el futuro juntos, porque es lo único que nos puede ayudar", afirmó.
"El segundo es saber que no podemos cambiar el pasado y ser capaces de reconciliarnos. Debemos elegir entre mirar hacia atrás y caminar hacia delante", insistió.
"Y el tercero, que no podemos olvidar que aún existen ciudades en poder del antiguo régimen. Quizá hay que gente que piensa que todo ha acabado y el antiguo régimen ha desaparecido", resaltó.
A este respecto, Yibril aludió en particular al conflicto en el oasis de Bani Walid y la ciudad de Sirte, que junto a la localidad de Sebha constituyen los últimos tres grandes bastiones leales al coronel Muamar el Gadafi.
El jefe del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) dio a entender que el proceso negociador para la entrada pacífica en esas localidades ha fracasado, y que su asalto puede ser cuestión de escasos días.
"Tenemos derecho a defendernos incluso antes del próximo sábado. Nos hemos esforzado para impedir un derramamiento de sangre, pero no no parece que la otra parte esté dispuesta a evitarlo", subrayó.
En las últimas semanas, las fuerzas insurrectas han acumulado miles de hombres y armas frente a las tres poblaciones, especialmente frente a Bani Walid, localidad del desierto donde los rebeldes creen que podrían estar escondidos Seif al Islam y Saadi, dos de los hijos más belicosos de Gadafi.
Algunas fuentes militares rebeldes apuntan a que en el citado oasis podrían estar ocultos, incluso, el propio dictador, cuya captura Yibril calificó hoy, jueves, de fundamental para garantizar la transición y la reconciliación nacional.
"Como ya he dicho, estamos librando dos batallas: una contra Gadafi y su régimen, y otra mucho más importante y difícil, la batalla de la reconstrucción y la reconciliación nacional", agregó.
Al hilo de este argumento, restó importancia al último mensaje atribuido al coronel, en el que éste incitó a los libios a levantarse en armas contra aquellos que, en su opinión, no son más que "mercenarios y perros callejeros".
Sin entrar en especulaciones sobre el paradero de Gadafi, Yibril dijo que "no sería inteligente por nuestra parte decir donde está. Y en caso de que hubiera escapado a otro país, solicitaríamos su entrega. Ha cometido crímenes en contra de la humanidad".
En el plano estrictamente político, el primer ministro rebelde volvió a pedir a los libios solidaridad para no perder la oportunidad de construir una Libia estable, segura, integrada en la comunidad internacional, constitucional, democrática y con una sociedad de derechos.
"Insto a todos los libios a estar unidos y tener una sola palabra. A no luchar unos contra otros y a trabajar juntos en una nueva constitución", recalcó Yibril antes de recordar que una vez completada la transición, no tiene intención alguna de aferrarse al poder.
Y lanzó una última advertencia: "si veo que no existe un objetivo común, abandonaré".
El hecho de que no hubiera viajado hasta la fecha a la capital había sido criticada con dureza incluso por miembros del propio CNT, y había alentado las especulaciones sobre un posible fisura entre el mando militar y las fuerzas políticas, que Yibril hoy desmintió.
En este sentido, el primer ministro aseguró que el hecho de que la autoridad de transición no haya trasladado aún sus actividades plenas a la capital desde Bengasi se debe "únicamente a cuestiones logísticas".
"El gobierno interino ya ha comenzado a trabajar en Trípoli y a mudarse. Esperamos que este proceso sea culminado a final de la próxima semana", aclaró.