El vicepresidente brasileño, Michel Temer, aseguró ayer que la estrepitosa goleada (7-1) sufrida por la selección de su país frente a Alemania en semifinales no ensombrece el éxito que ha sido la organización del Mundial.

"Una cosa es el éxito administrativo y de organización del Mundial", pero "otra cosa es un partido de fútbol", declaró Temer a periodistas durante un acto público celebrado en Brasilia.

El vicepresidente sostuvo que la organización del Mundial, que concluirá este domingo con la final Alemania-Argentina, fue perfectísima y que eso repercutió positivamente en toda la prensa nacional y extranjera.

Temer admitió que, como hincha, sufrió y lamentó la goleada de Alemania, que dejó a Brasil fuera de la final y la condenó a jugar por el tercer puesto frente a Holanda.

"Como brasileños, queríamos a nuestra selección en la final, pero no podemos confundir una cosa con otra", insistió.

Según Temer, "la vida sigue" y ahora la responsabilidad de los gobernantes será lograr que el "éxito absoluto" que fue el Mundial en términos de organización se repita "en todos los otros sectores de la sociedad brasileña".