Luego de una temporada compleja en Barcelona, Lionel Messi prolonga la trayectoria mundialista en Brasil y, luego de seis pasos exitosos afrontará la final ante Alemania para cumplir su sueño albiceleste: ser campeón mundial.

La otra cara de la medalla la vive la mayor figura holandesa de Brasil 2014: Arjen Robben, que posiblemente disputó uno de sus últimos compromisos con la camiseta de su selección y que casi de seguro, no volverá a jugar un campeonato Mundial.

Ambos jugadores llegaron a la competencia como los máximos referentes de sus combinados. Sin embargo, fue el holandés el que mayores elogios cobró después de sus sendas actuaciones previas al partido por semifinal con Argentina.

Messi, comenzó como el líder que todo el mundo del fútbol esperaba, pero de a poco se fue apagando hasta casi no gravitar en beneficio de su equipo.

La diferencia entre ambos es justamente el partido de ayer. Mientras que Robben debe consolarse con el duelo por el tercer puesto ante Brasil. Leo puede todavía poner el mundo a sus pies en la final contra Alemania.

A los 27 años, Leo quiere sumar a sus vitrinas el único título que le falta y ese que lo desvela.

Luego de las fallidas intentonas en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, el astro espera que la tercera ante los verdugos germanos sea la vencida.

El rosarino, que ya logró los títulos Sub-20 en Holanda 2005, la medalla olímpica de oro en Pekín 2008 y la consagración en las últimas eliminatorias sudamericanas quiere tener su propio Maracanazo. Tras tres actuaciones destacadas, con goles incluidos, en la primera fase ante Bosnia, Irán y Nigeria, la Pulga no pudo convertir frente a Suiza, Bélgica y Holanda.

Las históricas comparaciones con el ídolo albiceleste Diego Maradona pueden tener un nuevo paralelismo el domingo si Leo consigue sumar un título con la selección al igual que el Pelusa en México, en 1986.

Sin embargo, para la historia de proezas del fútbol argentino lograr la corona en territorio brasileño y en el mítico estadio Maracaná, agigantaría la leyenda de Leo.

“Creo que esperaban los penales”

Arjen Robben, estrella de la selección de Holanda, aseguró ayer que en el segundo tiempo y en la prórroga ante Argentina la Oranje se sentía más fuerte, y comentó que le pareció que sus rivales estaban esperando por la tanda de penaltis.

"Creo que al final me pareció que ellos estaban realmente esperando atrás, defendiendo. Creo que estaban esperando por la tanda de penaltis", dijo.

"Teníamos un buen sentimiento. Estaba acercándose el final y estábamos bien. Tuvimos más control del partido, pero no pudimos crear grandes ocasiones", manifestó .

"En la primera parte no estuvimos bien. No jugamos con confianza, nos sentimos un poco inseguros", reconoció Robben.

"Tengo muchos amigos jugando por Alemania, pero diría que el mejor gane", sentenció.