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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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LA ALBICELESTE Y HOLANDA JUGARON UN PARTIDO DE AJEDREZ EN BUSCA DE LA FINAL. IGUALARON 0-0 EN LOS 120 Y LOS DE SABELLA GANARON A PENALES

Argentina va a la final con Alemania

Argentina va a la final con Alemania



El arquero de la selección de Argentina, Sergio Romero, detuvo dos penaltis a Holanda (2-4) y llevó a la Albiceleste a la final del Mundial, en la que se medirá con Alemania, después de que su partido acabase los 120 minutos sin goles.

Ni Leo Messi, ni Arjen Robben. Romero detuvo los penales a Wesley Sneijder y a Ron Vlaar y sentenció a Holanda, que peleará por el tercer puesto ante Brasil. Los argentinos, por su parte, convirtieron todos. Maxi Rodríguez hizo el último.

La Albiceleste, dos veces campeona del mundo, regresa a una final 24 años después y frente Alemania, ante la que perdió en la final de Italia 1990.

Un día encapotado y fresco recibió a un clásico de los Mundiales. La final de 1978, vencida por Argentina, o los cuartos de final de 1998, ganados por Holanda, pertenecen a la memoria colectiva del torneo de selecciones más importante.

La semifinal de ayer, en el Arena Corinthians de Sao Paulo, representaban un nuevo capítulo entre dos de los colosos del fútbol. Y quizá el más gris. En los 90 minutos reglamentarios, apenas hubo ocasiones claras para el recuerdo.

Tanto el seleccionador argentino, Alejandro Sabella, como el holandés, Louis Van Gaal, plantearon un esquema con muchas cautelas, cuyo resultado fue la ausencia de fútbol de ataque.

Los primeros minutos, más de miramientos que de juego, se encargaron de calentarnos los hinchas argentinos. El 1-7 que Alemania infligió a Brasil el martes fue motivo de burla. Al grito de "7" intentaron aplacar el apoyo que los brasileños del Arena Corinthians dieron a los Tulipanes.

Una Holanda mejor plantada que Argentina fue la tónica del inicio del encuentro. Wesley Sneijder remató muy desviado un despeje de Javier Mascherano, que había rebañado con acierto un balón peligroso a Arjen Robben.

A partir de ahí, la Albiceleste se enderezó. Estabilizó el centro del campo y exploró el costado derecho, el izquierdo de Holanda.

Con las piezas ajustadas y presión en la salida de balón holandesa, Argentina daba la sensación de más equipo.

Robben apenas conectó y Robin Van Persie divagó entre Garay y Martin Demichelis. Las oportunidades escasearon, pero, si alguna de las selecciones estaba más cerca de adelantarse, ésa era la Argentina.

Tónica semejante tuvo el segundo tiempo. Mucho juego trabado y poca construcción.

La tríada Mascherano-Biglia-Enzo Pérez sofocó a Holanda, a la que le faltó calidad entre líneas. Van Gaal procuró contrarrestar. Cambió a Dirk Kuyt de banda, de la derecha a la izquierda, a su pierna cambiada (él es diestro), pero mantuvo su tupida línea de cinco defensores.

Con la igualdad (0-0) en los 120 y con los cambios agotados, Van Gaal no ejecutó el movimiento de arqueros que hizo en Costa Rica. Sergio Romero fue el héroe al parar los penales a Sneijder y Vlaar.

Ni Messi Ni Robben, las manos de Chiquito y las piernas de Mascherano

SAO PAULO/EFE Ni Lionel Messi ni Arjen Robben. Los penaltis que detuvo Sergio Romero, guardameta del Mónaco, lo elevaron a la altura de un nuevo mito argentino, casi parecido a lo que fue el gran león que ayer dejó el alma en el mediocampo de la selección albiceleste, Javier Mascherano.

Tres años tenía Romero cuando Sergio Goycochea le detuvo en semifinales los penaltis a los azzurri Aldo Serena y a Roberto Donadoni y clasificó a Argentina a la final contra Alemania, en Italia 90.

Cuando Lionel Messi no tenía piernas, Mascherano le quitó el gol dos veces lanzándose al piso frente a Robben. En un partido donde los entrenadores Louis Vaan Gaal y Alejandro Sabella apostaron al error ajeno, en el gran partido de ajedrez del Mundial.

Un Mundial donde Argentina comenzó con errores en la defensa y esta vez, con Mascherano, jugando de líbero en el medio y en la defensa, le evitó el zarpazo que Van Gaal tenía preparado. Si Romero tuvo las manos, Mascherano aportó las piernas. Y algo que le agradece la hinchada argentina resistida por los eliminados brasileños: el corazón de león.

Holanda: 0 (2)

Jasper Cillessen B. Martins Indi Stefan De Vrij Ron Vlaar

Dirk Kuyt

Daley Blind

G. Wijnaldum Nigel de Jong Wesley Sneijder Arjen Robben Robin Van Persie



Entrenador:

Louis van Gaal

Cambios:

Janmaat x Martins Indi; Clasie x De jong; Huntelaar x Van Persie

Argentina: 0 (4)

Sergio Romero Pablo Zabaleta M. Demichelis Ezequiel Garay Marcos Rojo Enzo Pérez Lucas Biglia

J. Mascherano Ezequiel Lavezzi Lionel Messi Gonzalo Higuaín



Entrenador:

Alejandro Sabella

Cambios:

Palacio x Pérez; Rodríguez x Lavezzi; Agüero x Higuaín



 Estadio: Arena Corinthians 

 Ciudad: Sao Paulo

 Público: 63.287 espectadores

 Árbitro: Cuneyt Cakir (TUR)

 Fase: Semifinales

ANÁLISIS

El partido de ajedrez que Sabella ganó a Van Gaal

Fernando Romano

PERIODISTA

El de ayer fue un partido de táctica y contra táctica, un verdadero partido de ajedrez que por penales venció el técnico Sabella de Argentina a Van Gaal de Holanda.

Ambos brindaron un fútbol cauteloso, con poca ambición y sin arriesgar nada, esperando una falla del rival, para hacer daño.

Lo que le pasó a Brasil, fue un gran toque de alerta para los sudamericanos, que tomaron más medidas defensivas y fueron cautelosos en la salida y en la entrega de la pelota al compañero mejor ubicado.

La figura de Argentina Messi, no apareció y no encontró una salida clara para inquietar al arquero holandés Jasper Cillessen, que al igual que el meta argentino Sergio Romero, no tuvo mucho trabajo.

En algunos pasajes del partido Edson Pérez fue escurridizo encontrando una compañía débil y muy entre cortada con Messi o con Higuaín, que tampoco prosperó ante una defensa fuerte y bien plantada como la de Holanda.

En Holanda, sus figuras no aparecieron. Arjen Robben y Robin van Persie también deambularon sin encontrar espacios ni para los remates de larga distancia.

En el tiempo de alargue, casi sin variantes en el ritmo, Holanda, mejor físicamente tuvo más posesión de la pelota. Argentina tuvo dos situaciones y cuando Messi fundió apareció el salvador Mascherano.