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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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LA PROPIEDAD ES DE ESTILO NEO-MUDÉJAR. ES LA ÚNICA DE SUS CARACTERÍSTICAS EN COCHABAMBA, RAZÓN QUE EXPLICA LA NECESIDAD DE CONSERVARLA Y RESTAURARLA

Casa quinta Bickenbach una obra patrimonial con estilo e historia

Casa quinta Bickenbach una obra patrimonial con estilo e historia



En 1927, Robert Gertsmann, ingeniero y fotógrafo aficionado de origen austriaco-alemán, fotografió una pintoresca propiedad señorial que, por su singularidad arquitectónica y paisajística, descollaba entre todas las casonas de la campiña de Cala Cala. La foto fue solo una de las 5 mil que hizo el forastero en territorio boliviano. Sin embargo, debió haberlo cautivado de especial manera como para que la incluyera en el libro “Bolivia 150 grabados de cobre”, que se publicaría un año más tarde en París (Francia).

Redescubierta 80 años después de haber sido tomada, la foto de Gertsmann, que testimonia el valor patrimonial de la casa y remite a su época de esplendor, ha acabado convirtiéndose en uno de los emblemas para la defensa del inmueble, que estuvo a punto de ser demolido y que sigue a la espera de una urgente restauración.

La imagen ocupa un lugar privilegiado en el expediente documental que ha elaborado la Sociedad de Estudios Históricos, Patrimonio y Restauración (Seipre) del Colegio de Arquitectos, con el ánimo de dar cuenta de las cualidades patrimoniales de la Casa quinta Bickenbach, que actualmente ocupa un terreno de 6 mil metros en la calle Huallparrimachi (a media cuadra de la plazuela de Cala Cala).

La arquitecta Sdenka Fuentes, presidenta de la Seipre, cuenta que la foto, empleada para afiches, postales y separador de libros, ha permitido involucrar a la población cochabambina en la protección de la Casa quinta de Cala Cala.

El compromiso de la Seipre y de los vecinos que viven cerca de la casona ha resultado fundamental para conseguir la declaratoria de “Patrimonio cultural edificado” de la Casa quinta Bickenbach, gracias a la cual se garantiza su preservación integral y se descarta cualquier riesgo de demolerla para fines comerciales, más allá de que la controversia legal en torno a su propiedad aún no haya sido zanjada. “La declaratoria de patrimonio cultural significa que este bien se debe intervenir solo bajo técnicas de restauración y por especialistas”, sostiene Fuentes.

 

VALORES La Casa quinta Bickenbach es un inmueble de alto valor patrimonial para Cochabamba, que en la actualidad puede ser apreciado desde criterios históricos, arquitectónicos, artísticos, paisajísticos y culturales.

En términos históricos, su valor patrimonial se debe a que remite a la frontera de la ciudad que, en las primeras décadas del siglo pasado, fijaron inmuebles de la zona de Cala Cala como la Bickenbach. Adicionalmente, testimonia la presencia en la ciudad de la familia que le dio nombre al bien, de origen alemán y dedicada al negocio de las importaciones, la cual ocupó un lugar destacado en la Cochabamba de entonces, precisa la arquitecta.

A esto se suma el hecho de que la Casa quinta, cuya construcción data de 1900, habría sido realizada por uno de los arquitectos más renombrados de principios del Siglo XX en Cochabamba, como lo fue el catalán Miguel Tapias.

La Seipre maneja la hipótesis de que la Bickenbach fue diseñada y construida por el arquitecto español, a quien se le reconoce como autor de otras edificaciones patrimoniales de la ciudad, como la actual sede del Colegio de Arquitectos, el exMatadero Municipal, la Facultad de Medicina de la UMSS, el Convento de Santa Clara y la casa de la Plaza Principal donde funciona la tienda Bata (que también fue de propiedad de la familia Bickenbach), añade.



Datos.

Dueño

Ernesto de Bickenbach fue el propietario original de la Casa quinta. Su esposa fue Beatriz Argandoña de Bickenbach, quien habría sido sobrina de los príncipes que ocuparon el Palacio de la Glorieta de Sucre.

Año

Su construcción data del año 1900. Su arquitecto habría sido Miguel Tapias.

Superficie

La Casa quinta Bickenbach ocupa un terreno de 6 mil metros cuadrados. La casa está construida sobre 735 metros cuadrados.

Propiedad

La casa no tendría ningún propietario en este momento, toda vez que su última dueña, Felipa Noevia Solano, falleció en 1995 y no tiene herederos. Sin embargo, los descendientes de la hermana de aquélla reivindican su derecho sobre la casa.

Vacante

Una denuncia particular busca que la Bickenbach sea declarada como bien vacante para que pueda pasar a propiedad del Estado.

Palacete de estilo neo-mudéjar

Arquitectónicamente, la Casa quinta Bickenbach se revela como un inmueble tipo “palacete”, con grandes áreas verdes para el esparcimiento y una amplia infraestructura, de un estilo ecléctico, con arcos de herradura apuntados, que revelan reminiscencias del “neo-mudéjar” y no tanto así del “mudéjar” más puro, un estilo arquitectónico desarrollado en España.

Además de sus vistosos arcos, otros de los componentes arquitectónicos y constructivos que despuntan son sus balaustradas renacentistas, una torrecilla que funciona como mirador, un pasillo lateral y frontal, pisos de mosaico ajedrezado en sus pasillos (tipo griego) y parquet de gran espesor, entre otros, resalta Sdenka Fuentes, presidenta de la Seipre.

“Hasta el momento no se ha encontrado otro inmueble con estas características, por lo que sería único en su tipo en toda Cochabamba, y ese hecho es suficiente para buscar su conservación”, refiere Fuentes, a tiempo de calificar de “joya arquitectónica” o “nuestro pequeño Versalles” a la Bickenbach.

Jardines históricos no pueden desprenderse de la construcción 

La Casa quinta Bickenbach es dueña también de valores patrimoniales de tipo artístico, paisajístico-vegetal y cultural. El valor artístico se manifiesta en todo trabajo creativo que demandó el diseño y la construcción del inmueble. Esto puede verse en la verja, que tiene un diseño especial y permite un ingreso jerarquizado a la casa a través de dos columnas con detalles de conchas que, por desgracia, fueron dañadas por las volquetas que entraron cuando se pretendía demoler el inmueble, lamenta la arquitecta Sdenka Fuentes.

Este esfuerzo artístico, que debió demandar el trabajo de muchos artesanos, se aprecia también en la arquería, en los balaústres combinados, en los remates en la cubierta y en los vitrales (de influencia oriental), detalla.

El valor paisajístico-vegetal alude al hecho de que la Casa quinta tiene unos jardines históricos que, en virtud a la Carta de Florencia del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por su sigla en inglés), deben ser reconocidos como monumentos y, en consecuencia, ser protegidos como tales.

Fuentes asevera que la misma carta de protección del patrimonio establece que un jardín histórico de las características del que tiene la Bickenbach no puede ser separado de su inmueble, más aún si se tiene en cuenta que dicho jardín guarda una similitud estilística (mudéjar) con la casa. Con ello debería descartarse cualquier tentativa de emplear los jardines para construir otras infraestructuras, como los bloques de departamentos que se pretendían hacer en el terreno.

El jardín revela un esfuerzo de composición paisajística, deducible por la disposición de sus pasillos, la probable existencia de un escudo alemán en su parte central y la pervivencia de algunas especies vegetales (como naranjos y palmeras). Por lo mismo, correspondería una restauración de estos jardines de estilo mudéjar, un trabajo que demandaría un plazo no mayor de dos años, según un diagnóstico del Colegio de Biólogos de Cochabamba.

Por último, el valor cultural de la Bickenbach se explica en la medida en que la casa testimonia no solo el esfuerzo creativo de determinadas personas, sino también una serie de costumbres y hábitos propios de la época en que fue construida y habitada.

Buscan que casa se convierta en espacio cultural

María Isabel Caero recuerda haber ingresado por primera vez a la Casa quinta Bickenbach hace más de 40 años, cuando aún era estudiante de colegio. Fue para una fiesta y quedó maravillada por las imponentes gradas del predio. Aún no sabía que estudiaría arquitectura, tampoco que llegaría a ser concejala de Cochabamba, menos aún que le tocaría asumir un papel protagónico en la defensa del patrimonio cultural local. Pero sí sabía que aquella era una construcción extraordinaria. Por eso, quedó sorprendida cuando en 2011 vio un anuncio de embargo en el ingreso a la propiedad ubicada en la zona de Cala Cala. Y de la sorpresa pasó a la emergencia, al recibir denuncias de que la construcción estaba a punto de ser demolida, y de ella a la acción para promover la declaratoria de patrimonio que frenaría la demolición de la Casa quinta que supo maravillarle casi medio siglo atrás.

La concejala no se cansa de elogiar el rol que jugaron los vecinos de la zona de Cala Cala en la defensa de la casa, al denunciar a finales de 2011 que esta corría el riesgo de ser demolida.

La llamada de atención de los vecinos fue determinante para que el Concejo Municipal apurara la elaboración de una Ordenanza Municipal para la protección de la Casa quinta Bickenbach, que finalmente fue puesta en vigencia el 29 de noviembre de 2011, dice.

La aplicación de la norma y el despliegue de personal de la Alcaldía impidieron que la propiedad fuera demolida. Todo este esfuerzo, afirma Caero, impidió que en lugar de la casa patrimonial se levantara un edificio de departamentos. Sin embargo, la Casa quinta sigue en riesgo, pues no es posible encarar su restauración en tanto no se resuelva la polémica legal en torno a su propiedad.

PROYECTO De forma posterior a la declaratoria de patrimonio cultural edificado mediante la Ordenanza 4546/2011, el Concejo solicitó al Ejecutivo municipal realizar un proyecto para la refuncionalización de la Casa quinta Bickenbach.

Sin embargo, la concejala lamenta que, a pesar de haberle otorgado dos plazos -ya fenecidos- para su entrega, primero de 10 días y luego de 60, el gobierno municipal no ha entregado aún el proyecto.

Entretanto, una de las alternativas que gana fuerza es que, al igual que las casonas Santiváñez y de Mayorazgo, la Bickenbach cumpla una función cultural. Se dice que podría constituirse en un centro de capacitación en oficios y artesanías.

No obstante, Caero es consciente de que la conclusión del proceso legal para la definición del propietario de la Bickenbach resulta ineludible a fin de poner en marcha su proceso de restauración y refuncionalización. Y aunque también sabe que son dos las alternativas de conclusión del proceso, la declaración de bien vacante o la expropiación a sus supuestos propietarios, espera que sea la primera de las opciones la que se imponga.