Claudio Rojas Villarroel, es el joven periodista que el año pasado asumió el cargo de la secretaría ejecutiva de la primera Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Cochabamba. Al igual que cientos de sus paisanos llegó al departamento con el propósito de estudiar pero nunca más abandonó la llajta.

“Muchos como yo llegaron jóvenes y por motivo de estudios; vienen de todas las provincias de Beni. Para nosotros Cochabamba es la ciudad universitaria”, afirma Claudio diferenciando la motivación que mueve a gente de oriente y occidente. La gente de La Paz, por ejemplo llega generalmente en el ocaso de su vida por motivos de salud, mientras que otros, de Oruro y Potosí, vienen en la edad adulta en busca de trabajo.

Las carreras más demandadas por los jóvenes benianos son arquitectura y medicina, seguida de una diversidad de opciones en menor proporción.

“Muchos se quedan porque empiezan a conocer amigos, a su corteja, consiguen trabajo y no vuelven más”, acota.

Para Rojas, las fuentes de trabajo en Cochabamba representan mayor competitividad, experiencia y una larga y reñida carrera de ascensos que les permite crecer profesionalmente.

Al culminar sus estudios, el periodista inició su carrera en el canal televisivo Univalle, posteriormente en Tele C y, desde hace 4 años en la Red Uno.

“Si me iba a Beni estaría en un medio local y pequeño, que no te exige mucho; en cambio ahora estoy en una red nacional y tengo la posibilidad de llegar a mucha gente”, dice.

Haciendo una retrospectiva, recuerda que el recibimiento en la llajta no fue de lo más agradable. “La comida es rica (sabrosa) pero muy condimentada y pesada”, señala al explicar que la mayoría de sus paisanos terminan con afecciones estomacales que irremediablemente les quitan varios kilos en los primeros meses de estadía.

Asimismo la contaminación ha sido para Claudio un factor de permanentes dolores de cabeza. Sin embargo ha superado estas molestias con el tiempo.

Los recuerdos de su añorada Beni no lo abandonan, más aún cuando la familia ocupa un gran espacio en su corazón.

“Lo complicado siempre es la familia, muchos no aguantan la nostalgia, todos los días extrañas a la mamá y es duro”, añora.

A esto se suman, algunas veces, los estigmas contra el beniano sobre su baja formación o coeficiente intelectual. “Yo recuerdo que tenía compañeros que decían; es camba, no sabe, etc. Pero también tildaban a las chicas por usar faldas o vestidos cortos”, lamenta.

Pese a las adversidades, este beniano logró desarrollar una prometedora carrera en el periodismo no solo como profesional sino como líder. Como ejecutivo de la Federación, ha tenido importantes logros para su gremio, apoyado siempre por su directiva y las bases.

En los dos años de creación de la Federación, se pudo articular a todos los periodistas de Trópico, Valle Alto, Valle Bajo, Cono Sur y centro en diez sindicatos y otros que aún se vienen organizando.

Producto de este trabajo de unidad es que el pasado martes lograron la entrega de una sede para los periodistas. Además, se logró posicionar a periodistas de Cochabamba en la directiva del ente gremial a nivel nacional.