Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:36

El emporio es ahora de las 4 hijas que tienen más ideas para el negocio

El emporio es ahora de las 4 hijas que tienen más ideas para el negocio



Emprendimiento.

Francisca Domínguez tiene 55 años y dice que es hora de transferir conocimientos y responsabilidades, así que entregó el negocio a sus cuatro hijas Marlen, Claudia, Pamela y Carla.

“Ellas son las dueñas desde hace ya un tiempo. Las 25 sucursales en Cochabamba, Oruro, La Paz y Santa Cruz fueron repartidas entre todas”.

Pamela ya abrió otros espacios y plantea nuevos negocios, pero llevando siempre adelante el proyecto iniciado por sus papás. Francisca está consciente que llegar a sitiales importantes tiene un costo. “Sé que muchas mujeres han abandonado a sus hijas por tener un trabajo y por eso pido a mis hijas que no hagan lo mismo ”.

Sabe de lo difícil que es trabajar en las calles y aún se acerca a La Pampa para llevarles pollos o refresco de tostadas (de grano).

También conoce que su decisión abrió puertas de empleo para otras personas. Muy pronto, su emprendimiento fue copiado por “pacumuteras” que no solo imitaron el diseño del carrito, sino utilizaron el mismo nombre La Blanquita. Viendo aquello, Carlos decidió cambiar de color el carrito y rebautizarlo con “La Panchita”. “Le puso un amarillo intenso, con rojo y azul que no me gustaba. Cuando salí empujando el carrito lo hice agachada y para lo peor escuché decir a una vecina: color de indio es”.

Los colores y el snack se mantuvieron por 15 años, complementa su hija Pamela. Después llegó la idea de abrir sucursal como la de la Heroínas o el estadio para hacerse conocer por otros sectores.

Francisca no se cansa de agradecer a Dios “me ha iluminado en mi camino”.

PROYECTOS Pamela cuenta algunos de sus proyectos siempre en el mundo de la gastronomía.

Sobre “La Panchita” implementaron el autoservicio, modificaron horarios de atención y se adecuaron al cada vez más exigente cliente, conscientes que la competencia en el mercado debido al ingreso de franquicias.

Lanzó otra marca como La Llajuita, que se abrió en La Paz y en el Hipermaxi de Cochabamba, con comida criolla fast food, comida rápida, a precio accesible. Hay sopa de maní, charque, pique y otros. Un charque cuesta 35 bolivianos y se sirven dos personas.