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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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EL 14 DE FEBRERO DE 1879 TROPAS CHILENAS INVADIERON ANTOFAGASTA, HECHO QUE DESEMBOCÓ EN UNA GUERRA QUE PRIVÓ A BOLIVIA DEL ACCESO SOBERANO AL PACÍFICO

A 134 años de invasión Bolivia y Chile viven momentos de tensión

A 134 años de invasión Bolivia y Chile viven momentos de tensión



La invasión chilena a Antofagasta el 14 de febrero de 1879 provocó que Bolivia pierda 120.000 km2 y 400 km de costa. A partir de entonces la dejó enclaustrada, postergó su desarrollo, benefició económicamente al país agresor y en diferentes gobiernos, incluido el de Evo Morales, se han ensayado distintas estrategias para cambiar la tozudez del vecino país sin resultados y el mar sigue lejos de los bolivianos.

Tras una etapa histórica de diálogo entre los gobiernos de Evo Morales y de Michelle Bachelet en julio de 2006, que incluyó por primera vez en una agenda de 13 puntos la demanda marítima, con la nueva administración chilena de Sebastián Piñera los avances en las negociaciones quedaron nuevamente en fojas cero.

El ambiente actual entre Bolivia y Chile se tensionó desde el anuncio de Morales el 23 de marzo de 2011 de recurrir a los tribunales internacionales para demandar al vecino país por una salida soberana al Océano Pacífico, con una serie de acusaciones verbales desde cada país y en eventos internacionales.

En estas últimas semanas, previas a recordar la nefasta invasión chilena a Antofagasta (14 de febrero) y el Día del Mar (23 de marzo), los presidentes de ambos países fijaron posiciones irreconciliables durante la cumbre de la CELAC en Santiago. Morales dijo que Bolivia nunca dejará de reclamar por una salida soberana al mar y Piñera respondió que jamás negociarán su soberanía.

Además se suma el reclamo del mandatario boliviano por los tres soldados capturados en el vecino país y dijo que Chile debe definir si está a favor o en contra del contrabando.

INTERESES DE LA INVASIÓN El analista e historiador Edgar Zambrana Jiménez dijo que en estas fechas, que marcó el encierro de Bolivia, es importante recordar a la opinión pública nacional e internacional las razones que llevaron a Chile a invadir territorio boliviano.

Considera que los intereses de la oligarquía chilena eran demasiados fuertes y ansiaban apoderarse de las inmensas riquezas bolivianas de: guano, salitre, plata, yodo, oro, bórax, azufre, zinc, plomo, calizas, cuarzo, por entonces, y que luego dieron al descubrimiento de Chuquicamata, cuya explotación le permite a Chile ser actualmente el primer productor mundial de cobre y molibdeno.

“En la historia se evidencia que como resultado de un plan preparado y meditado se produce la invasión chilena el año 1879. Chile se anexó el Litoral por Ley de 12 de julio de 1888, anexión que Bolivia se vio obligada a reconocer por la fuerza en el Tratado de 20 de octubre de 1904. Este conflicto bélico produjo el encierro marítimo de Bolivia”, manifestó.

Por su parte, el director general de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa Ponce, manifestó que luego de la guerra injusta provocada por el vecino país, el Tratado de 1904 fue impuesto y redactado en Chile, por lo que considera que es un elemento fundamental para cuestionar este acuerdo del que hay antecedentes internacionales.

MOMENTO DE TENSIÓN Por todos los antecedentes, comenzó a subir el tono de las declaraciones de las principales autoridades de Bolivia y Chile con posiciones intransigentes, pese al discurso de diálogo.

Sobre esta situación el expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) consideró que el actual momento que viven ambos países es de tensión, principalmente desde la decisión del Gobierno de Morales de recurrir a un tribunal internacional, lo que despertó los “nervios” de Chile.

“En relación a la situación actual, sin duda estamos en un momento de fuerte tensión que está vinculada a los criterios expresados por el presidente Morales, posiciones que uno podrá o no compartir en su forma, aunque en el fondo el mandatario no ha dicho nada incorrecto”, afirmó.

Según Mesa, el presidente Morales ha expresado “correctamente” la preocupación boliviana con relación a Chile y la evidencia de que el vecino país no tiene la voluntad mínima de avanzar ni un centímetro en el tema marítimo, que es de interés hemisférico.

Consideró como positivo el hecho de mostrar que Bolivia tiene su propia política en relación a la reivindicación marítima que incluye todas las posibilidades, multilateral y hasta el juicio internacional.

Por su parte, el excanciller Armando Loayza manifestó que Chile reacciona “agresivamente” porque vive momentos de “nervios” al sentir incomodidad ante la eventual instancia jurídica internacional, tomando en cuenta que enfrenta un diferendo con Perú.



Datos.

Riqueza

Calculan los ingresos obtenidos por Chile, explotando el Litoral boliviano desde el momento de su invasión en 1879 hasta estos tiempos, equivalente a cuatro billones de dólares a precios del año 2011. Ello equivale a 29 veces lo que se llevó España del Cerro Rico de Potosí en 300 años de coloniaje.

Reservas

Un estudio señala que la reserva de cobre y molibdeno que tienen de aquí a cien años equivale a unos dos billones de dólares a precios del año 2011.

En cambio, el encierro de Bolivia acarrea una fuga de divisas cada año hacia Chile de 400 millones de dólares por gastos del “libre tránsito” tributario.



Demanda

Según Diremar, los portavoces del Gobierno chileno, reiteran hasta el cansancio que el Tratado de 1904 fue suscrito 20 años luego del cese de las hostilidades, pero evitan hablar de lo que sucedió en este interín, cuando Bolivia manifestó que no se resignaría a una carencia absoluta de un punto de comunicación con el Pacífico.

Tratado de Paz impuesto

De acuerdo a las investigaciones realizadas por Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, el Tratado de 1904, que suscribieron Chile y Bolivia, tuvo una presión política y económica comercial que obligó al país a apresurar la firma del documento y no como lo asegura el historiador chileno, Christian Garay, que sí hubo consenso.

“Según nuestras investigaciones, basadas en documentación primaria, se establece que el Tratado de 1904 fue impuesto a Bolivia luego de 20 años de manipulación, traición y asfixia comercial. Fue promovido por la oligarquía chilena en complicidad con ciertos políticos bolivianos de la época, que buscaron sus intereses por encima de nuestro país”, aseguró Juan Lanchipa Ponce, director ejecutivo de Diremar.

El historiador chileno publicó en un medio de comunicación que el Tratado suscrito entre ambas naciones el año 1904, se habría efectuado con el más amplio consentimiento boliviano y sin que mediara ninguna presión.

Jorge Quiroga: el norte chileno y Perú lucran con el enclaustramiento marítimo boliviano

Bolivia por su enclaustramiento marítimo es el que más pierde a favor de sus vecinos Perú y, principalmente, Chile que lucra con esta situación “injusta”, declaró el expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002).

“Muy pronto barcos peruanos con gas estarán yendo hacia el Japón y no los bolivianos porque Bolivia no tiene acceso soberano al Pacífico, nos cuesta más del uno por ciento del PIB al año en falta de desarrollo económico”, afirmó.

Según el análisis de Quiroga, a Bolivia le cuesta “enormemente” en los flujos de transacciones comerciales.

“Perú y el norte de Chile lucran con el enclaustramiento boliviano, Perú y su gas se han aprovechado del enclaustramiento boliviano”, manifestó el exmandatario al señalar que dependerá el fallo de Corte de La Haya el futuro de la posición boliviana de encarar su demanda ante instancias jurídicas internacionales.

Considera perentorio que el país garantice que Perú mantenga su compromiso indeclinable de viabilizar y facilitar la reivindicación boliviana, cuando su criterio sea requerido más allá de lo que estipule o señale el fallo de La Haya y más allá de lo que contenga el mismo.

Un estudio de Jorge Edgar Zambrana Jiménez, analista de Historia, manifiesta que la agresión chilena ha dejado a Bolivia privada de comunicación directa y soberana con el mar; es decir, desposeída de un elemento esencial para su propia conservación y autonomía.

En contraposición, los ingresos obtenidos por Chile explotando el Litoral boliviano desde el momento de su invasión en 1879 hasta hoy, alcanzan a la fabulosa cantidad equivalente a cuatro billones de dólares, a precios del año 2011.

Gobierno potenciará alternativas a puertos chilenos

Bolivia impulsará la conexión interoceánica sin consignar en el plan puertos chilenos, sino embarcaderos peruanos, anunció el presidente Evo Morales. Además fija potenciar la construcción de muelles en la hidrovía Paraná-Paraguay que conecten al país con el Atlántico.

“Por Chile no se puede avanzar; cualquier camino bioceánico, internacional o ferrocarril, vamos a conectar desde Brasil, por supuesto con salida al Atlántico, y por el lado del Pacífico por puertos del Perú.

Y así nos vamos a hacer respetar con los chilenos, que sólo quieren usar (sus puertos) con fines comerciales para ellos, sin tomar en cuenta al pueblo boliviano”, afirmó Morales el 5 de febrero pasado.

Junto a Brasil, Bolivia tiene planificado construir una vía férrea y una carretera que conecte el Atlántico y el Pacífico. La única duda era en qué puertos desembocarían los trayectos, en Perú o en Chile. Morales descartó los embarcaderos del norte chileno.

Esta posición surgió minutos después de que la administración de Sebastián Piñera rechazara plantear una propuesta de solución a la demanda boliviana de una salida soberana al Pacífico.

Bolivia y Perú reimpulsaron un acuerdo firmado en 1992. Morales y el expresidente peruano Alan García rubricaron en 2010 un acuerdo por el que Perú otorga a Bolivia facilidades portuarias y de libre tránsito para sus exportaciones. La zona franca industrial y económica en Ilo estará libre de aranceles y permitirá instalar industrias para el mercado externo.

El Jefe de Estado inició gestiones con el Gobierno de China para la construcción de una infraestructura portuaria en la zona cedida. Además, Morales avisó, en más de una oportunidad, que la vía férrea interoceánica desembocaría en Ilo, Perú.

De forma paralela, el Gobierno fortalecerá su presencia en el Atlántico a través de la hidrovía Paraná-Paraguay.