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La historia de valor y lucha en La Coronilla

La historia de valor y lucha en La Coronilla



El Día de la Madre Boliviana se celebra cada 27 de mayo en homenaje a las mujeres cochabambinas que se enfrentaron a las tropas españolas, en la batalla de la Coronilla.

Ese año, muchas regiones de América Latina estaban luchando para independizarse de España y es precisamente en ese contexto que comenzó a escribirse la historia en Cochabamba.

La revolución liderada por Esteban Arze tuvo su primer momento en Pocona. Las tropas de Arze y el general español José Manuel de Goyeneche se encontraron y el primero fue vencido. Muchos hombres fueron masacrados.

Goyeneche avanzó hacia Cochabamba que preparaba la resistencia con muy escasos recursos. Se intentó un pacto, pero el general pedía que les entregaran a los cabecillas. La ciudad se negó a hacerlo, especialmente las mujeres y se atrincheraron en la colina de San Sebastián, en el lugar conocido como La Coronilla.

“NUESTRO HOGAR ES SAGRADO”

El 27 de mayo, al ver que ya no estaban sus esposos, padres, hijos o hermanos, y a fin de proteger a sus hijos, decidieron organizarse y armarse para hacer frente a los españoles que allanaron casas y buscaron a los jefes del movimiento libertario.

Escalaron la colina con la consigna: “nuestro hogar es sagrado” y exhibiendo la imagen de la virgen de la Merced.

Las mujeres, la mayoría vendedoras del mercado popular, estaban lideradas por una anciana no vidente llamada Josefa Manuela Gandarillas.

Las valerosas heroínas pretendían bloquear el ingreso de las tropas españolas con palos, machetes, algunos fusiles y tres cañones de la época, pero ante todo con un pleno sentimiento de valentía, empuñaron las armas para defender sus ideales y el honor de los rebeldes que anhelaban la libertad.

Para Goyeneche fue una sorpresa porque esperaba a un pueblo que lo recibiría rogándole clemencia.

LA MASACRE

Después de dos horas de combate, las mujeres, niños y ancianos fueron masacrados por las tropas realistas que se dieron al saqueo y la ejecución de los principales jefes revolucionarios.

Según coinciden varios cronistas, Goyeneche tendió un cerco mortal alrededor de la colina y la matanza fue despiadada. Allí también murió la esposa de Esteban Arze.

Tres días después, la ciudad estaba ocupada por los españoles. El jueves de Corpus Christi, Goyeneche encabezó una procesión religiosa con una comparsa de altoperuanos que proclamaban al sojuzgador como a su salvador, mientras decenas de sobrevivientes de la víspera eran fusilados y los disparos se confundía con los petardos de la fiesta sacra.

Pese a la derrota, esta parte de la historia fue escrita con su sangre para conseguir la Independencia de la República.

EL PASO A LA HISTORIA

El general argentino Manuel Belgrano se enteró de la masacre a través del informe del soldado Francisco Turpín, perteneciente a la Primera Compañía de Fusileros del Regimiento Nº6.

El mismo Belgrano, que en 1812 se encontraba en la ciudad de San Salvador de Jujuy dirigiendo el Ejército del Norte, transmitió a Buenos Aires el único documento irrebatible que a la fecha da fe del holocausto y sacrificio de las mujeres cochabambinas en La Coronilla: el informe del soldado patriota Francisco Turpín.

“Todas las noches, a la hora de la lista, un oficial de cada cuerpo militar preguntaba en alta voz: «¿Están presentes las mujeres de Cochabamba?». Y otro oficial respondía: «Gloria a Dios, han muerto todas por la patria en el campo del honor».

¡Gloria a las cochabambinas que se han demostrado con un entusiasmo tan digno de que pase a la memoria de las generaciones venideras!

Ellas han dado un ejemplo que debe excitar, señor excelentísimo, los sentimientos más apagados por la patria, y estoy seguro de que no será el último con que confundan a las de su sexo que, alucinadas, trabajan en contra de la causa sagrada, y aun a los hombres que prefieren la esclavitud, por no exponer sus vidas para asegurar nuestros justos derechos. Manuel Belgrano (Jujuy, 4 de agosto de 1812).

RECONOCIMIENTO A LA VALENTÍA

Por más de un siglo, en Cochabamba esta fecha pasó de la "Fiesta de Dios" a ser “Fiesta Triste de Dios”, según educabolivia-portal educativo.

El 8 de noviembre de 1927, en reconocimiento a la valentía de las mujeres de la Coronilla, bajo el gobierno del cochabambino Gualberto Villarroel, se promulgó una ley declarando el 27 de mayo como el Día de la Madre en Bolivia. El artículo de la ley precisa también que en esta fecha todos los colegios y establecimientos educativos tienen que rendir homenaje a las madres.

En la Colina de San Sebastián también se emplazó el monumento de las Heroínas de la Coronilla” en homenaje a las valerosas mujeres de Cochabamba. Fue un proyecto gestado por un grupo de mujeres organizadas en el Comité “Sociedad Hijas del Pueblo”, a la cabeza de Sara Ugarte para celebrar el centenario de la batalla. La obra, encargada al escultor italiano Pietro Pierino, fue inaugurada en mayo de 1926.

FECHA MEMORABLE

Las festividades de 1926 en honor a las Heroínas también tomaron un giro inesperado, pues la inauguración del monumento se vinculó con la coronación de la primera poetisa boliviana, Adela Zamudio, según un artículo publicado por la investigadora Laura Gotkowitz. Asimismo ese año se dio la apertura del mercado 25 de Mayo, la mejor plaza comercial de Cochabamba, cuyo estilo moderno era atribuido a diseñadores franceses con todo y sus mesas de mármol y decoraciones en hierro forjado.

Gotkowitz añade que en la década de 1940, bajo los auspicios del militar populista Gualberto Villarroel se forjó un vínculo profundo y esencial entre las vendedoras mestizas de Cochabamba, el Día de la Madre y la nación boliviana. A principios del siglo XX, en los homenajes a los héroes y heroínas más célebres de la gesta independista, tan solo se escuchaba una que otra referencia asociando sutilmente a las Heroínas del 27 de Mayo con la Madre Boliviana. Fue en 1944 que este “homenaje” fue elevado a categoría de feriado nacional.

LAS HIJAS DEL PUEBLO

Desde 1940, el programa de la celebración por el 27 de mayo cambió de manos. Ya no fueron las asociaciones patrióticas de la élite las que convocaron a participar en el desfile de las Heroínas, sino las Hijas del Pueblo, una sociedad mutualista de vendedoras, que surgió como la principal portavoz del evento, según la investigadora Laura Gotkowitz. La presidenta y fundadora fue Teodosia Sanzetenea de Terrazas.

La asociación Hijas del Pueblo fue fundada en 1923 por las vendedoras del mercado 25 de Mayo de Cochabamba y agrupaba a arroceras, chifleras y mañazas, todas de origen humilde. El principal objetivo de esta organización -que se proclamaba cívica y apolítica- era brindar asistencia mutua a sus miembros y hacer obras de caridad. En la década de 1940, sobre todo, este grupo participaba activamente en los desfiles cívicos vistiendo polleras azules -el traje distintivo que adoptaron para presentarse en tales actos públicos. Sin embargo, la fundación de la asociación también obedeció a la necesidad de enfrentar “abusos de autoridad”. La chispa que motivó la organización de las vendedoras fue un proyecto de ordenanza municipal, presentado en 1923, en el que se proponía aumentar el canon de los puestos de venta del Mercado Central, o bien desalojarlas.

HEROÍNAS

Se tiene una lista de las mujeres que están asociadas al combate de la Coronilla de 1812. Se destacan los nombres de Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez, Juana y Lucía Ascui, Rosa Soto, las hermanas Parrilla, Mercedes Tapia, María Isabel Pardo de Vargas, María Teresa Bustos y Salamanca de Lemoine, María del Rosario Saravia de Lanza y Luisa Saavedra de Claure.

Esta lista, según el investigador Alber Quispe Escóbar, se va situando como parte de la narrativa nacional y hace cada vez más imprescindible nombrarlo “porque la memoria sin nombre no permite la apropiación de esos sujetos”, según Gustavo Rodríguez, para quien esta lista expresa más bien una “perspectiva machista” porque quienes figuran en ella serían las esposas de comandantes, lo que supondría que estas mujeres tuvieron que estar con ellos en algún lado.