Algunas empresas tecnológicas idearon versiones más ligeras de sus principales productos. Una de ellas es Facebook.

Con el uso de estas apps se ahorran muchos datos almacenados. Por regla general, las versiones “normales” suelen guardar demasiada información y trabajar en segundo plano con lo que aumentamos su espacio. Es posible gestionar (o desactivar), por cierto, si los servicios siguen funcionando todo el rato. Así, además de espacio, ahorraremos en batería.