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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Diabetes e hipotiroidismo aumentan en los animales

Diabetes e hipotiroidismo aumentan en los animales


¿Está su perro más cansado que de costumbre? ¿Lo nota más flaco, bebiendo demasiado y orinando con frecuencia? ¿Le parece que, pese a tener un apetito voraz, su gato esté perdiendo peso? ¿O lo ve un poco nervioso?

Si nota algunos de estos síntomas en su mascota es posible que esté sufriendo de diabetes o hipotiroidismo. Estas son dos de las enfermedades más comunes en los seres humanos y que están aumentando cada vez más entre los animales.

Según Stijn Niessen, veterinario del Colegio Real de Veterinarios en Reino Unido (RVC, por sus siglas en inglés), los gatos por naturaleza son cazadores, pero hoy en día la mayoría viven en departamentos pequeños sin espacio para hacer ejercicio y se los alimenta con mucha frecuencia, como una forma equivocada de darles afecto, lo que provoca el sobrepeso, pero no son las únicas causas. En algunos casos, dice, se debe a la genética y no está necesariamente vinculada al estilo de vida.

Dijo también que los perros no padecen diabetes de tipo 2, sino que son más propensos a desarrollar diabetes tipo 1, en la que el sistema inmunológico pierde la capacidad de producir insulina, una hormona clave para su desarrollo. Tanto en perros como gatos (y a veces en monos, conejos e incluso ratas), los síntomas más recurrentes de esta enfermedad son la sed constante, la necesidad de orinar con frecuencia y la pérdida de peso. Los seres humanos con diabetes comparten los mismos síntomas. El tratamiento, en ambos casos, puede incluir inyecciones de insulina.

LA TIROIDES La actividad frenética y la pérdida de peso, incluso cuando se consumen alimentos en abundancia, pueden ser un síntoma de hipertiroidismo en los gatos. Se presenta cuando la glándula tiroides en el cuello produce un exceso de hormonas. Una forma de tratar, al igual que en los humanos, es con una inyección de yodo radiactivo. En el caso del gato, debe mantenerse aislado por varias semanas.

Los perros, en cambio, son más propensos a sufrir el problema opuesto (hipotiroidismo). Los dueños suelen detectarlo cuando la mascota se muestra más cansada de lo normal, más lenta, y más gorda.

Algunos de estos síntomas también se manifiestan en los humanos con hipotiroidismo. El problema, en ambos casos, se estabiliza suministrando un reemplazo de la hormona tiroidea.