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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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La UMSS crea colonia para canes guardianes

La UMSS crea colonia para canes guardianes


Simón, Muñeca y Dulce son solo tres de los 36 canes guardianes del campus central de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

Esta semana fueron acomodados en una colonia construida especialmente para que puedan descansar de día y por la noche se sumen a los trabajos de vigilancia del personal.

En total son tres manadas que hacen los recorridos nocturnos.

La iniciativa surgió de la responsable de la Secretaría General, Carmen Quiroz, que además hizo los máximos esfuerzos para que el costo no sea elevado. En principio se habló de un presupuesto de 72 mil bolivianos, pero gracias al apoyo de docentes y estudiantes con la mano de obra y el material reciclado y sobrante, se logró una rebaja a 16.200, es decir solo el 32 por ciento del costo real.

“Se han constituido en un soporte de la Unidad de Vigilancia de la universidad porque el personal no puede portar armas. Se ganaron su espacio”.

Según Quiroz, algunos nacieron en el campus, otros vivían en la calle y se quedaron de manera definitiva y otra parte fueron abandonados.

“Hacemos campañas de adopción cuando se excede la cantidad y ahora tienen un espacio para descansar. Hemos querido variarles su entorno”.

Los caniles, que tienen una capacidad para 12 perros, fueron construidos en coordinación con el Departamento de Infraestructura de la UMSS. Tienen el diseño de las casas y colores vivos que fueron propuestas de los futuros profesionales en distintas carreras como arquitectura, por ejemplo. El comedor universitario aporta con los alimentos. Asimismo se construyó una cocineta.

La colonia tiene a Gladys, una de las encargadas de la seguridad de la universidad, para la atención de los animales. Ella además lleva un registro de cada uno con sus vacunas y fotos para su identificación y control.

Esta es la primera infraestructura, con esas características, que se construye en la UMSS, sin embargo dentro de los planes es alcanzar a las unidades desconcentradas, donde ya se dio el primer paso: el registro de los canes que “viven” al interior de las instalaciones y que no tienen dueño.