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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Shakira, de regreso a su gira

Shakira, de regreso a su gira


Tras siete años sin pisar escenarios mexicanos, Shakira actuó el jueves en un multitudinario concierto en Ciudad de México en el que hizo vibrar al público con sus temas más recientes, pero también recordando auténticos clásicos como “Hips don´t lie” (Las caderas no mienten).

Ni el retraso en el inicio del espectáculo ni la incesante tormenta pudieron apaciguar el desenfreno de las más de 50.000 personas concentradas en el Estadio Azteca que se convirtió en un karaoke gigante.

“¡México, cuánto tiempo!”, exclamó Shakira ante un público que la esperaba ansioso desde su última gira mundial, en 2011. Por si no fuera suficiente, la cantante deleitó sus oídos al confesar “orgullo” por iniciar en este país el recorrido latinoamericano de El Dorado Tour, con el que visitó Europa.

Agradeció también a sus seguidores mexicanos “haber estado allí en los momentos difíciles”, recordando así la hemorragia en las cuerdas vocales que sufrió en noviembre pasado y que podría haber acabado con su carrera.

Su chorro de voz irrumpió con su clásico “Estoy aquí”, versionada con ritmos electrónicos, que hizo arrancar el baile de un público intergeneracional totalmente desatado.

Todo el concierto estuvo plagado de guiños hacia los más nostálgicos que no olvidan los inicios de Shakira, a mitad de los años 90.

El clímax del concierto llegó con otro clásico inevitable, “Suerte”, con el que una Shakira vestida con ropajes orientales demostró una vez más que no necesita estar acompañada de bailarines, puesto que basta con sus caderas.

Probó así que sus emblemáticas y sensuales contorsiones no se vieron afectadas por su maternidad. También demostró su cara más polifacética al tocar una batería en el escenario. Pero el concierto no podía terminar, faltaba la traca final. Como no podía ser de otra manera, llegó de la mano de “Hips don´t lie” y "La bicicleta".

Su paso por México, al principio se tornó como una pesadilla. Confesó que acabó llorando por los nervios al ver que el escenario en el que debía presentarse no estaba listo, sin embargo con el paso de las horas todo tomó su curso.