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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Centro celebra 13 años y da en adopción 196 canes

Centro celebra 13 años y da en adopción 196 canes


El intento de sacrificar a 20 perros de la calle, por parte de la Alcaldía, dio lugar a la creación del Centro San Martín de Porres en Cochabamba, hace 13 años.

Su fundadora, Rosío Sossa, tomó la decisión de llevarlos a todos ellos a su casa, el 14 de septiembre de 2005, y de ahí su vocación de servicio hizo que continuara hasta hoy, que ya tiene 196 canes acogidos en un domicilio particular, en el que vive en alquiler.

En todo este tiempo, pasaron por su albergue más de 5.000 perros y gatos que fueron rescatados del abandono y maltrato, y luego rehabilitados y esterilizados para ser dados en adopción.

Actualmente trabaja con seis voluntarios que se encargan de recaudar fondos, comida y cobijas para los animales, pero les falta más donaciones para continuar.

“Hacemos gelatinas para vender, también tenemos stickers y manillas. Hay quienes recorren la ciudad con latas y los domingos estamos frente a la plazuela Colón con las campañas de adopción y buscando padrinos para continuar ayudando”, contó James Delgadillo.

El centro es uno de los más antiguos que trabaja en favor de los animales.

En este su aniversario, vieron por conveniente concientizar sobre la necesidad de apoyar esta causa, que solo busca promover la adopción. Este año participaron en el desfile cívico por Cochabamba, que además es su aniversario de fundación. Compartieron una torta con otras instituciones afines.

“Cada día se cocina el alimento para todos ellos. Tenemos 12 ollas y mucho trabajo por hacer. Ojalá puedan adoptarlos”.

Para mayores referencias sobre las adopciones y donaciones puede contactarse al 75464063, y si quiere sumarse como voluntario, comunicarse al 78314675. En las redes sociales muestran cada día el trabajo que realizan.

Delgadillo, por ejemplo, es estudiante de Medicina, que llegó a la ciudad desde Perú. Dedica su tiempo libre a ayudar en la atención de estos animales. Su primer rescate fue de un perro atacado con un cuchillo, y la única institución que lo apoyó en su curación y posterior recuperación fue San Martín de Porres. Hoy tiene a Espiky y Milu como su compañía.