“Coranzoncito” y “Cariñito”, los temas del grupo Sumaya Andina, fueron los más interpretados por las bandas para alegrar el paso de las fraternidades de salay que participaron de la Entrada Folclórica de la Festividad de la Virgen de Urcupiña, en Quillacollo.

“El salay se ha integrado a nivel nacional e internacional”, dijo Giovanna, una integrante de la fraternidad Salay San Simón, que ayer hizo su paso demostrando alegría y picardía.

Dijo también que es el tercer año que baila en devoción a la “Mamita de la Integración”, con lo que cumplió su promesa.

El baile, originario de los valles, representa la labranza de la tierra y el romance entre un hombre una mujer. El paso de arrastre de los pies emula al trabajo de un agricultor cuando coloca la semilla en la tierra y la tapa para protegerla.

Estos pasos se hicieron muy populares, en especial el zapateo que transmite fuerza, alegría y picardía. Las mujeres bailan moviendo la cintura y sus enagüas (prendas de ropa interior) con encajes y bordados de colores llamativos.

Uno de los integrantes de la fraternidad Mi Llajta en mi Corazón dijo que los ensayos son en la avenida Suecia y Siglo XX e invitó a los jóvenes a participar para aprender a bailar esta danza folclórica.

Más de una decena de grupos de salay que contagiaron su entusiasmo al público, durante la Entrada. La mayoría fueron invitados y pertenecen a fraternidades del interior y exterior del país.