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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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En 2018 se comerá carne, pero sin sacrificar animales

En 2018 se comerá carne, pero sin sacrificar animales



¿Cómo sería si empezáramos todo de nuevo?, bajo este eslogan Joshua Tetrick fundó en 2011 Hampton Creek, una startup valorada en 1.000 millones de dólares que busca revolucionar el mundo de los alimentos con productos elaborados a base de proteínas extraídas de las plantas.

Con inversores como Bill Gates, la empresa estadounidense, que ya comercializa productos como mayonesa sin huevo o galletas veganas, se lanza al mayor reto de la industria: “cultivar” carne en laboratorios sin sacrificar animales y que pueda venderse a un costo accesible.

"Nuestro objetivo es alimentar bien al mundo. Volver a la alimentación de nuestros ancestros", contó Hernán Jaramillo, director de negocios.

Dijo también que la respuesta siempre estuvo en el mundo de las plantas.

El primer producto que salió a la venta, la "Just Mayo" fue creada a base de una clase específica de arveja amarilla de Canadá. A partir del análisis de las "más de 300,000 especies de plantas del mundo" que contienen "más de 40.0000 proteínas" buscan encontrar alternativas sostenibles y sin sacrificio animal a los ingredientes de los alimentos procesados. La clave: crear comida más sana y sustentable que sea a la vez rica y accesible.

"Muchas veces el problema de la comida sana es que no puede competir con la chatarra por el gusto: la comida tiene que ser deliciosa y ese es el motor con el cual impulsamos la creación de la compañía", agregó el directivo.

Con más de 130 empleados, que incluyen desde ingenieros y científicos hasta botánicos y "algunos de los mejores chefs de EEUU", Hampton Creek facturó  160 millones de dólares por la venta de sus productos y lleva más de un año con el proyecto de "carnes limpias" que afirman que venderán el año próximo.

El proceso consiste en usar células madre de un animal y luego alimentar a esas células con diferentes nutrientes. Así, por ejemplo, en lugar de sacrificar un pollo, los científicos buscan extraer células madre de la pluma caída de un pájaro y convertirlas en células musculares.

Según contó Jaramillo, producir este tipo de alimento es "hasta diez veces más eficiente" que hacerlo de forma tradicional porque necesita menos energía, recursos y produce menos contaminación.