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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Una vida de amor a lo largo de los años

Una vida de amor a lo largo de los años

Rafael Sevilla Jiménez y Beni Alaniz Soto

llevan 73 años de matrimonio.

Él tiene 97 años y es de Quillacollo. Ella cumplió, este año, 95 y es de Tupiza. Tienen tres hijos, siete nietos, 11 bisnietos y una tataranieta. La pareja se conoció en campeonatos nacionales deportivos. Ambos jugaban básquet y ella, además, era atleta. Alaniz recordó que durante todo este tiempo siempre se llevaron bien y las peleas y discusiones fueron pequeñas. El amor superó todos los obstáculos y les permitió seguir adelante a lo largo de estos años. Ahora, pasan mucho tiempo juntos como pareja y también con su familia.

(Foto Gabriela Olivera)

Enrique Alcócer y Emma Romero Mejía

tienen 50 años de matrimonio.

Tuvieron cinco hijos, pero uno de ellos falleció, y seis nietos.

Para la pareja la comprensión, la confianza el uno en el otro y el amor por los hijos son el secreto para seguir unidos.

“Son lo mejor que nos puede pasar. Nos unen. Los criamos con tanto cuidado que ahora ellos siguen con nosotros, acompañándonos”, relató Romero.

Como pilar fundamental de la familia, ella aseguró que los problemas se pueden superar hablando, por lo que la comunicación es muy importante. Recordó también que al tratarse de una relación de dos personas, el perdón es importante para seguir adelante.

(Foto cortesía familia).

Renato Esprella Campo y Magda Kovacev

están casados desde hace 48 años.

Tienen cuatro hijos y siete nietos. Para ella, lo más importante en el matrimonio, y que le permitió estar todos estos años junto a su esposo, fue la paciencia y el respeto. “Son fundamentales estos valores de ambos lados”, dijo.

La pareja tiene algo en común, su amor por sus hijos, lo que les permitió superar todos los altibajos.

“Hay parejas que se casan con la idea de que en cualquier momento y ante cualquier problema pueden divorciarse, pero lo importante es mantener el hogar, vencer los obstáculos y sobre todo dar el ejemplo a los hijos”, señaló.

(Foto cortesía familia).

José Guzmán Farfán y Luz Niria Torrico de Guzmán

tiene 60 años de matrimonio.

Seis hijos, 18 nietos y un bisnieto.

Para ellos, el amor es un don de Dios y el matrimonio es Su mandato. Guzmán ama a su esposa y la considera el fundamento del hogar, lo más bello, un ser sublime que tiene más de 14 profesiones y gracias a ella es que sus hijos lograron una buena educación. “El Señor nos ha unido y el hombre no nos separará. Tenemos un amor eterno”, dijo.

Según la pareja, inculcar la honra al padre y la madre y la buena educación es el mayor legado, la mejor herencia que pueden dejar a sus hijos.

“En un matrimonio no recibas consejos ajenos. No de hombres, sino de Dios. Es el mejor consejero. El matrimonio es sagrado y hay que saber recibirlo y asumir la responsabilidad”, agregó Guzmán.

(Foto cortesía familia).

Mario Fernández Vargas y Josefa Peña llevan 45 años de casados.

Tienen cuatro hijos y siete nietos. Ambos trabajan en su puesto de periódico en la plaza 14 de Septiembre, donde fueron testigos de gran parte de la historia de Cochabamba. Para ella, la clave del matrimonio es la comprensión y el amor por la familia.

“Nos entendemos. Conversamos bastante. Cada fin de semana estamos más unidos que nunca porque compartimos con los hijos y nietos. Hace 15 años que trabajamos juntos”, contó.

Fernández aseguró que es una bendición de Dios estar unido en matrimonio a la persona con quien le gusta pasar tiempo y compartir cada momento “especial” de su vida.

(Foto Osvaldo Chacón)

René Escóbar Peredo y Corina Gómez Ordóñez

están casados desde hace 50 años.

Tienen cuatro hijos y cinco nietos. Su familia organizó una ceremonia muy emotiva para celebrar sus bodas de oro.

Escóbar considera que el secreto para la estabilidad y la duración de una relación es el temor a Dios. Explicó que el matrimonio es como un barco, donde a veces hay tormentas y mucha zozobra, pero la fe les ayuda a mantenerse unidos y seguir las enseñanzas de la iglesia.

“Si no hay comunicación y diálogo, esa unión se destroza, es como el barco. Hay problemas serios, nadie es invicto, pero Dios es bueno y permite llegar hasta esta instancia gracias al perdón”, indicó.

En este tiempo, la pareja aceptó sus errores y pudo superarlos. Ahora viven su segundo enamoramiento, con la diferencia que hoy son sus hijos los fieles testigos de esa vida llena de amor.

(Foto cortesía de la familia).

Óscar Escóbar y María Teresa Valdez llevan 41 años de matrimonio.

Tienen cuatro hijas y cinco nietos. La clave de su felicidad, según contaron, es el amor, la paciencia, la comprensión y la comunicación. Contaron que nada de esto es un secreto, pero muchos lo olvidan y al no ponerlo en práctica todos los días, entonces se vienen los problemas que derivan en los divorcios. Ellos se conocieron cuando eran adolescentes. De ella fue su primer enamorado.

(Foto cortesía de la familia).

Édgar Jorge Piérola y Susana Elizabeth Gómez Quiroga

son una pareja con 42 años de matrimonio.

Tienen tres hijos y dos nietos. Él es economista y ella abogada.

Aseguraron que lo más importante en la pareja es el respeto mutuo y el quererse cada día como si fuera el primero.

“El amor, el perdón y la fe son la base de nuestro matrimonio. Las discusiones, que siempre hay en la pareja, nutrieron más nuestra relación”, coincidieron.

Aseguraron que el amor, con el paso de los años, se vuelve más maduro y hoy solo queda reirse de los problemas pasados que fueron pasajeros y pese a los cuáles siguen unidos.

“Yo era muy celosa, pero hubo mucha comprensión desde el principio”, recordó Gómez.

Ambos están consagrados a la Virgen de Fátima.

“Ella nos protege, mira a la familia y no permite el desequilibrio. Sentimos sus milagros constantes”, acotó.

Otro de los pilares que creen fue importante en su vida de pareja, explicó Piérola, fue que supieron ceder ante los problemas y realizarse como profesionales.

(Foto Dico Solís).

Óscar Torrico Guzmán y Marina Soliz Ayaviri

están casados desde hace 44 años.

Tienen dos hijos y dos nietos. La pareja basa su relación en la comprensión y el diálogo. Pasaron muchas cosas juntos, buenas y malas, pero su deseo de consolidar una familia unida, les permitió superar todos sus problemas.

Soliz recordó que la clave para salir de una pelea es el control.

“Esperamos a calmarnos para luego hablar. Ya nos conocemos y sabemos que cuando estamos enojados no llegamos a ningún lado. Creo que mucho depende de la mujer, de ser paciente”, explicó.

Otro de los pilares de su relación es el perdón.

(Foto cortesía de la familia)