El Secretariado Permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz y los laureados que asisten a este foro en Colombia declararon ayer a Bogotá como "Ciudad mundial de la paz".

"Apostamos por Colombia y por la fuerte voluntad de paz que hay en los ojos de los colombianos", dijo la presidenta del Secretariado, Ekaterina Zagladina, en la inauguración de la XVI Cumbre que se extenderá hasta el domingo.

Zagladina indicó que la presencia de los laureados en el país tiene el objetivo de "aprender sobre el camino de la paz que recorrió Colombia" para firmar el acuerdo entre el Gobierno nacional y las FARC que permitió terminar 52 años de conflicto armado.

"Estamos aquí para entregarle el mensaje al mundo de que sí es posible lograr la reconciliación", aclaró.

Tras la postulación que hizo la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), el Secretariado Permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz tuvo en cuenta a la hora de elegir a la capital colombiana como sede del evento "esa visión de ciudad que le ha apostado a la paz como vía de desarrollo social y empresarial desde hace varias décadas", explicó.

Roma, París, Berlín, Hiroshima (Japón), Chicago (EEUU), Varsovia y Barcelona (España) recibieron en años anteriores el reconocimiento de "Ciudad mundial de la paz" que implica el compromiso de consolidarse como destino de primer nivel para el turismo y los negocios.

En la inauguración de la XVI cumbre intervinieron entre otros, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, laureado en 2016, y quien recibió la ovación del público al ingresar al auditorio.

También estuvieron la presidenta de la CCB, Mónica de Greiff, y el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien fue abucheado por los asistentes cuando se refirió al sistema de transporte de la ciudad.

La líder indígena Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, destacó la importancia de que la paz sea una "política pública" y llamó a que los jóvenes sean "mediadores de diálogo".

Tawakkul Karman criticó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por vetar temporalmente la entrada a refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes, entre los cuales está Yemen, del cual es oriunda. "Lo que hizo Trump fue un acto racista, que contradice la democracia", dijo.

Es necesario, precisó la nobel, "acabar con el discurso de violencia que impera, porque el único camino para nosotros es la paz. No podemos aislar a los musulmanes señor Trump". Karman, de 32 años y madre de tres hijos, que fue galardonada por su lucha pacífica por la seguridad de las mujeres y sus derechos, lamentó el incremento de la intolerancia en el mundo.

Entre los asistentes destacan los expresidente de Costa Rica Óscar Arias (1987); Lech Walesa, de Polonia (1983) y José Ramos-Horta (1996, Timor Oriental).

También asisten el ex primer ministro irlandés David Trimble (1998); la abogada defensora de los derechos humanos en Irán Shirin Ebadi (2003) y la luchadora contra las minas antipersonales y las bombas racimo, Jody Williams (1997), entre otros.