Bolivia tiene el potencial técnico y humano para desarrollar robots y drones, sin embargo, es necesario que el Gobierno, las universidades y las empresas presten atención a esta disciplina tecnológica y la respalden, según el científico boliviano Francisco Javier Triveño Vargas.

Pese a las brechas tecnológicas que existen en los países en vías de desarrollo respecto a los “evolucionados”, desde hace más de una década Bolivia incursiona modestamente en los campos de la ciencia y tecnología robóticas, desarrollando y adquiriendo robots para la educación y la industria. De la misma manera un par de drones con fines militares para labores de vigilancia, interdicción y lucha contra las drogas.

Triveño, integrante del equipo de ingenieros de la Empresa Brasilera de Aeronáutica (Embraer), afirmó que Bolivia junto con Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay se encuentran rezagados respecto a sus homólogos Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Venezuela; países que alcanzaron importantes logros en el área de medicina, minería, prevención de desastres y más. Triveño reveló que en Bolivia existe un marcado interés entre los jóvenes universitarios por incursionar en el desarrollo de la robótica, así como en la aplicación de estrategias de control avanzado e inteligente para drones. Dijo que en el caso de La Paz, existe un grupo de universitarios que crearon robots educativos. Lo propio sucede en Cochabamba a través de la Fundación Jalasoft y un círculo de jóvenes de la Universidad Mayor de San Simón y Univalle, de las carreras de electrónica, mecatrónica y otras.

“Hay un gran interés por estas nuevas ciencias y tecnologías entre los universitarios y algunas universidades, tomando en cuenta que vivimos la era de las comunicaciones y los satélites, por lo que recomiendo al Gobierno incentivar la evolución de estas modernas disciplinas.

Asimismo, urge que los docentes de estas carreras se actualicen y cualifiquen porque “en el mundo afrontamos una revolución científica que debe llegar a las aulas, caso contrario, las asimetrías y brechas tecnológicas serán mucho más grandes.

¿Drones sobrevolarán la ciudad?

Marcelo Durán V.

Consultor  en Tecnologías de la Comunicación

Desde hace un par de años, se ha introducido con fuerza el concepto de “dron” como un Vehículo Aéreo No Tripulado que se opera a distancia para diferentes propósitos.

Inicialmente tuvo (y lastimosamente tiene aún) un uso militar para la exploración y lanzamiento de misiles dirigidos a objetivos específicos en el Medio Oriente. Sin embargo, su potencial va más allá de la tragedia humana de la guerra.

Los drones ya pueden ser diseñados y producidos a nivel universitario y en nuestro medio existen diferentes instituciones que trabajan cercanamente a ello, por ejemplo, el Área de Robótica de la Fundación Jalasoft y las carreras de Ingeniería de Sistemas y Electrónica en las universidades locales ya están dando sus primeros pasos.

El dron permitirá realizar diferentes tareas que se pueden solucionar mediante el transporte aéreo, como la entrega de productos, correspondencia, hasta el transporte de medicamentos en caso de emergencias médicos.

Por otro lado, los usos asociados a la seguridad y monitoreo permitirán un mejor control de la delincuencia en la ciudad, así como también del movimiento vehicular en zonas alejadas, especialmente aquellos donde hay poco acceso de caminos.

La geografía de nuestro país puede verse beneficiada con el uso de este tipo de dispositivos, especialmente si están asociados a desarrollo y bienestar en salud y educación, eventualmente este tema estará sobre el tapete por sus implicancias en el uso del espacio aéreo y los límites de lo público y lo privado dentro de un posible sistema de seguridad. Pero, más allá de los aspectos legales, la metáfora orwelliana de “1984” sobre el “Gran hermano” se recicla ya no en formato de televisión o reality, sino ahora en una versión personalizada y robotizada de la realidad.

Como toda nueva herramienta, traerá un consecuente debate sobre su validez por lo que cabe destacar, que la tecnología es neutra por antonomasia, y que el uso que se le aplique es finalmente, el valor que tendrá dentro de poco para todos.

Los drones pueden ayudar a solucionar problemas simples en la vida cotidiana y vale la pena recordar a autores como Isaac Asimov, quien hace más de 50 años atrás concibió ya una humanidad vinculada a la robótica (película como Yo Robot con Will Smith fueron inspiradas en su obra).

Finalmente, el desafío actual está en las universidades locales para que puedan incentivar y promover el desarrollo de la robótica dentro de sus estudiantes, así como también de diferentes organizaciones potenciadoras de emprendimientos. Existen talentos a desarrrollar y éste es un área que será próximamente, lo nuevo en tecnología ciudadana.

Europa se encuentra adelantada. Recientemente firmó un compromiso con otros seis países -Francia, Alemania, Grecia, Italia, Holanda y Polonia- para establecer una "comunidad europea de usuarios" de "drones" de nueva generación, dotados de gran autonomía y capaces de volar a altitud media. El objetivo es unir a los países que ya operan este tipo de aparatos para que intercambien información y experiencias.

Twitter: @bithumano