Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 14:50

EL CRECIMIENTO DE METODOLOGÍAS EN LA EDUCACIÓN FORMAL PERMITE A NIÑOS Y JÓVENES DESARROLLAR ROBOTS PARA LA INDUSTRIA DE TELECOMUNICACIONES, AGRICULTURA Y ELECTROMECÁNICA

Robótica educativa en Bolivia busca optimizar la industria

Robótica educativa en Bolivia busca optimizar la industria



La robótica educativa en Bolivia es desarrollada desde los niveles primario y secundario en la perspectiva de eliminar el retraso y la dependencia tecnológica. Su continuidad en la educación superior está orientada a fortalecer la industria del país. Las experiencias aún son aisladas pero los resultados permiten impulsar su difusión.

El director del Centro Boliviano de Robótica Educativa, Renán Trujillo, expresó que la robótica en las escuelas se constituye en la solución al eterno problema de buscar un nexo entre la teoría y la práctica.

La robótica conduce a los estudiantes desde un diseño mental a la concreción y experimentación del mismo.

El jefe de carrera de Ingeniería de Sistemas Computacionales de la Universidad Privada Boliviana (UPB), Marcél Barrero, añadió que los resultados, hasta ahora obtenidos, son aplicables en el campo de las telecomunicaciones, la elecromecánica, la agroindustria y los equipos biomédicos entre otros.

La metodología está basada en una guía de actividades diarias que asegura que los estudiantes asuman un problema a resolver cada día, planifiquen la solución, planteen la hipótesis, diseñen, construyan, programen y -mediante la prueba y el error- procedan a su solución.

Entre los proyectos más sencillos, desarrollados por los niños, están las máquinas que se asemejen a juguetes o artefactos como trompos, bates de béisbol, sillas giratorias y radares.

Los proyectos más complejos son los prototipos que deben interactuar con su medio ambiente a través de múltiples sensores que le permiten ejecutar tareas de selección, clasificación y recolección.

Ya estando en niveles superiores, los estudiantes universitarios ponen en práctica todos sus conocimientos adquiridos en expresiones algebraicas, trigonométricas y física, entre otros. Todo para desarrollar el robot, ya sea para la automatización, o el diagnósitico y optimización de procesos industriales, según explicó el jefe de carrera de Ingeniería Electromecánica de la UPB, Grover Zurita.

Actualmente los estudiantes trabajan con tarjetas FPGA (del inglés Field Programmable Gate Array), un dispositivo para la computación reconfigurable. Los estudiantes desarrollan un circuito electrónico digital que ejecutándose en la tarjeta llega a tener un nivel de eficiencia equivalente al hardware; es decir por ejemplo, si el análisis de una imagen salía en 2 minutos ahora se lo hará en 30 segundos.

Uno de los retos para la educación superior ahora es trabajar en la integración de la inteligencia artificial para que los robots superen obstáculos o barreras, sin la necesidad de recibir órdenes.

8 Beneficios para el desarrollo del niño

Los estudiantes que incursionan en la robótica son más ordenados, usan la experimentación como una forma natural de aprender, desarrollan habilidades manuales, trabajan en equipo, diseñan planes y experimentos donde aprenden de sus aciertos y equivocaciones, desarrollan sus capacidades creativas, y aprenden de forma divertida.

¿Dónde consiguen los componentes?

Los estudiantes realizan prácticas rescatando partes de juguetes en desuso. Otros componentes, como GPS, son adquiridos en tiendas de la ciudad a precios que hoy son accesibles. Empresas especializadas realizan las compras de otros componentes específicos en el exterior. 

La robótica como una forma de aprender tecnología

Marcelo DurÁn V.

COLUMNISTA



Silicon Valley es la sede mundial de las grandes empresas tecnológicas como Google, Intel, HP o Apple. Este lugar acoge a los mejores programadores y empresarios de la informática. En ese sentido, uno pensaría que los colegios de esta comunidad son altamente digitalizados y con la tecnología más avanzada.

Sin embargo, uno de los colegios más prestigiosos, y al que todos quieren enviar a sus hijos allí, es el Waldorf Peninsula, un colegio que no permite ningún tipo de tecnología digital (sin calculadoras, sin pantallas, sin teléfonos). Solo cuadernos y lápices ya que, según ellos, la herramienta más poderosa ya está en nosotros: nuestra imaginación.

En ese sentido, la discusión de cuándo y cómo deberíamos introducir a nuestros hijos en la tecnología es un tema pendiente y que se debe conversar en familia. Pero está claro que el paradigma de este colegio es un buen ejemplo a seguir ya que la tecnología es solo una herramienta de nuestra propia creatividad. Desde hace unos años atrás, llegó a Bolivia una de las formas más originales de integrar educación con tecnología para nuestros hijos: la robótica educativa. Los robots siempre han sido uno de los juguetes favoritos, pero, ¿qué sucede si el niño es capaz de ensamblar, programar y activar las acciones de su propio robot? La marca Lego tiene una línea llamada Mindstorm con diferentes kits de robots para armar, programar y activar.

Existen varias líneas al respecto, robots con ruedas, piernas o brazos mecánicos, cinta de transporte, imanes, detectores de luces, etc.

Precisamente, este tipo de juegos permitirá a los niños jugar aprendiendo y desarrollar una alta capacidad de imaginación y creatividad. Puede buscar en Facebook el perfil del Centro Boliviano de Robótica Educativa para saber dónde comprar los kits y todas las actividades relacionadas.

Estas actividades y herramientas no solo sirven para niños en proceso de aprendizaje sino también para estudiantes de colegio y universidad. Un ejemplo de ello, son las batallas de robots organizadas por la Universidad Privada Boliviana (UPB), donde convocan a todos los interesados en programar un robot para una lucha de tipo sumo entre robots. Otra organización que también está en este proceso creativo es Jalasoft quienes, mediante su Fundación de Robótica también impulsan actividades entre los estudiantes.

Este paradigma permite ver la tecnología con una mirada diferente, no como un usuario común y corriente que la consume, sino como una mente que la produce. Ese es el desafío de la educación en el siglo XXI.

A partir de estos "juegos" se producen una serie de aportes al desarrollo, por ejemplo: líneas de producción automatizadas, implementación de robótica en medicina, en minería o en construcción. Por ejemplo, Chuquicamata, que es la mina de cobre más grande del mundo ubicada en Chile, ya no contrata mineros para ingresar a la veta sino, mineros que operan robots a distancia para la extracción del mineral. Estos dispositivos podrán llegar incluso hasta nuestro hogar. Ya existen en el mercado aspiradoras automáticas en forma de disco que reconocen la superficie y realizan la limpieza correspondiente.

Hace más de 70 años, Isaac Asimov, un escritor ruso - americano de ciencia ficción ya escribió las famosas 3 Leyes de la Robótica y en base a sus pensamientos se hicieron películas como Yo robot e Inteligencia Artificial. La diferencia es que Asimov lo soñó en una época en que era ciencia ficción. Hoy buscamos lo mismo para nuestros hijos, que sean capaces de soñar la ciencia ficción de hoy que el día de mañana será la tecnología cotidiana.