Hay más 3 mil pozos en la Llajta y en Cercado solo 23 están regulados
La crisis conduce, a veces, hacia soluciones que resultan más trágicas que la problemática. Así sucede en Cochabamba, uno de muchos departamento de Bolivia que, a partir de 2016, se vio azotado por la escasez de agua y, ante la urgencia, la población empezó a echar mano a sus reservorios subterráneos de líquido elemento: los acuíferos.
Estas reservas de agua dulce son valiosas en Bolivia y el mundo porque abastecen a un tercio de la población, sin embargo, su explotación es, de un tiempo a esta parte, indiscriminada, tanto así que, en ciertos sectores de tres municipios de la región Valles ese recurso está agotado, de acuerdo con un reporte de la Mancomunidad de Municipios del Valle Alto, Regional Valles.
Se trata de Villa Rivero, Toco y Cliza, donde la desertización, una consecuencia de la extracción incontrolada de aguas dulces subterráneas, es un hecho.
Según el gerente general de la Mancomunidad de Municipios del Valle Alto, Regional Valles, Franolic Huanca, "en esos sectores no vas a encontrar un solo pozo de agua dulce, todos son salinos".
El líquido salado hizo infértil la tierra, por lo que, ahora, la población ya no puede sembrar productos característicos de la región, como trigo, papa o alfa alfa.
Ese es solo uno entre muchos casos que se da en Cochabamba, el departamento del país con más pozos de agua perforados. De los más de 5.281 contabilizados por el Sistema de Información de Aguas Subterráneas de Bolivia, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 3.143 están en esta región. Es decir, cerca del 60 por ciento .
La cifra de perforaciones es abismal respecto a otras ciudades, en Oruro, por ejemplo, hay 952 y en Tarija 529.
Huanca explicó que, ante la falta de agua dulce subterránea en ciertos sectores de Villa Rivero, Toco y Cliza, sus pobladores optaron por convertir las grandes extensiones de terreno salino en urbanizaciones.
REGULACIÓN
La Mancomunidad de Municipios del Valle Alto, Regional Valles, el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) y la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento (AAPS) coincidieron en que no hay un normativa que regule la perforación de pozos de agua en Bolivia, pero sí hay un marco legal para cuando las excavaciones ya están realizadas.
Es decir, mientras uno tenga una propiedad privada y el dinero suficiente para perforar, no tiene impedimento.
Según Huanca, se estaba discutiendo incluir algo al respecto en una Ley de Aguas, pero aún no se concretó nada.
TIERRA DE NADIE
La ausencia legal está provocando que ese recurso subterráneo sea manoseado.
En Cercado, 53 pozos de agua están autorizados para funcionar, pero, del total, solo 23 firmaron convenios con Semapa. Es decir, el 50 por ciento se resiste, continúa en la irregularidad y explota el agua que emana de bajo tierra sin pagar nada por ella, según el gerente de Semapa, Deybi Vidal.
La AAPS informó que en Cercado y Sacaba hay 72 pozos regularizados, pero un tercio del total tiene su licencia vencida.
IDENTIFICACIÓN
Por instrucción de la AAPS, Semapa debe identificar las perforaciones que hay en Cercado y regularizarlas.
Según la auditora técnica de la AAPS, Artemia Tórrez, hay una norma que instruye a Semapa cómo proceder si identifica pozos "ya perforados".
La institución está encaminada en esa tarea hace aproximadamente dos años y está priorizando la identificación de excavaciones cuyas aguas se usan para actividades comerciales o industriales.
Dentro ese segmento están los moteleros, hoteleros, embotelladores de agua, entre otros.
Están situados, especialmente, al noreste de la ciudad, por la zona de la Ciclovía, aunque, también hay algunos por el sur de Cercado.
"Nosotros debemos notificarles, conminarles, pedirles ciertos requisitos y decirles que acudan a Semapa -como ente autorizado para prestar el servicio de agua potable y alcantarillado- para que firmen convenio con nosotros, les coloquemos medidor y se les cobre un monto de acuerdo a la resolución", aclaró Tórrez.
Esa tarifa es de 2.90 bolivianos por cada metro cúbico extraído, según la AAPS.
Si bien Semapa está cumpliendo con esa regularización de pozos de agua, reconoció que "aún hay resistencia" de ciertos usuarios. En estos casos, se los conmina y, si dentro de un tiempo previsto no se aproximan por Semapa, se procede con el sellado.
Regiones prohíben las excavaciones
En las áreas rurales situadas al norte de Ica (al sur de Perú) hay carteles colocados al borde de la carretera Panamericana con la inscripción: "Prohibido perforar pozos".
Y es que la excavación de nuevas fosas de agua acelera el desgaste del líquido elemento que guardan los pozos que son más antiguos.
Daño al patrimonio hidráulico en España
Entre 2013 y 2017, la extracción ilegal de agua ha supuesto unos 77 millones de euros en daño al patrimonio hidráulico de España, según la investigación realizada por Greenpeace, que, ante la escasa información pública sobre este tema, se ha dedicado durante más de un año a solicitar y analizar datos de las distintos ámbitos hidrográficos.