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  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
  • Actualizado 23:06

Cártel de comida chatarra se apodera de las escuelas

Los expertos aconsejan incentivar el consumo de alimentos naturales, no vender alimentos ultraprocesados, ni refrescos ni bebidas azucaradas en centros educativos para evitar el sobrepeso.
Cártel de comida chatarra se apodera de las escuelas


La industria de la comida chatarra en México opera como un cártel del crimen organizado pues tiene control territorial, poder económico, participación de las autoridades y existe corrupción, afirmó Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

El especialista señaló que debido a ello se ha logrado que prolifere el ambiente obesogénico en las escuelas.

Este tipo de "comida se ha convertido en uno de los anclajes para que la industria alimentaria pueda ganar dinero", aseveró.

En ese sentido, Teresa Shamah, directora adjunta del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló que, de acuerdo con un estudio realizado por ellos hasta 2015, 51 por ciento de las escuelas todavía vendían productos de comida chatarra.

Dijo que esto es un problema ya que estos alimentos otorgan cerca del 11 por ciento de las calorías totales que un niño debe consumir al día.

Del mismo modo, señaló que, aunque muchos menores desayunan en casa, debido a la alta disponibilidad de alimentos considerados "chatarra" vuelven a desayunar en la escuela y pueden llegar a consumir, en promedio, hasta 400 calorías en el desayuno.

"Lo que daña a la salud debe estar fuera de las escuelas y de los entornos de los niños. Ellos son nuestro futuro", opinó.

La especialista aseveró que esto ha incidido en el aumento de las cifras de sobrepeso y/o obesidad pues se estima que 5.,5 millones de niños mexicanos en edad escolar padecen alguna de ellas. Añadió que, de 2012 a 2016, este problema aumentó en casi 10 puntos porcentuales en zonas rurales y entre los principales factores se encuentra el sedentarismo, el estrés, los desórdenes del sueño y la alimentación.

Recordó que, aunque existe legislación respecto a la comida chatarra, el mayor problema que se tiene en México es que no se cumple, por lo que el mayor reto es primero hacer cumplir la ley y luego que se convierta en una política pública permanente.

Por su parte, Enrique Jacoby, exasesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que es urgente alejar este tipo de comida de las escuelas pues que eso es "como tener drogas al alcance de los niños". Observó que la industria de alimentos chatarra está peleada con los paladares de los niños desde la lactancia materna y "eso impacta para el resto de la vida".

Obesidad es

mal crónico

Percepciones

Siete de cada 10 pacientes con obesidad consideran a esta como una enfermedad crónica, de acuerdo con los resultados de una investigación hecha pública con motivo del Congreso Europeo sobre Obesidad.

El estudio ACTION IO (Awareness, Care & Treatment In Obesity Management an International Observation) reveló también que los profesionales de la salud consideran a la obesidad como una enfermedad pero no le dan prioridad al diagnóstico ni le dan seguimiento.

En el estudio, considerado el más grande de su tipo, participaron 14.500 personas con obesidad de 11 países (Arabia Saudita, Australia, Corea del Sur, Chile, Emiratos Árabes Unidos, España, Israel, Italia, Japón, México y Reino Unido) y cerca de 2.800 profesionales de la salud.

El objetivo del mismo era identificar la percepción, actitud, comportamiento y las barreras que existen para tener un tratamiento efectivo contra la obesidad, y el estudio mostró que hay una desconexión entre la percepción de los pacientes y los médicos.

El 71 por ciento de los especialistas de la salud consideran que los pacientes con obesidad no están interesados en perder peso, mientras que sólo el 7 por ciento de los pacientes coincidieron con esta idea.

Además "cerca de la mitad de los pacientes no habla con sus médicos sobre la pérdida de peso porque creen que la enfermedad es su responsabilidad", señaló el profesor Ian Caterson de la Universidad de Sydney.