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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Peter Tabichi: el mejor profesor del mundo trabaja en Kenia

El docente fue premiado con un millón de dólares que donará a la comunidad en la que trabaja. La vida de este keniano es una historia de amor por la educación.
Peter Tabichi: el mejor profesor del mundo trabaja en Kenia


V estido de paisano, Peter Tabichi tiene un porte tan atlético e imponente, que uno se imagina que ha ganado el oro de los 100 metros en los Juegos Olímpicos antes de ser un religioso franciscano que ha revolucionado la forma de enseñar matemática y física en una remota aldea de Kenia.

Sin embargo, Tabichi, de 36 años, es el vencedor del Global Teacher Prize, el galardón que cada año desde 2014 entrega la fundación Varkey de Dubái, dotado con un millón de dólares que deben destinarse a fines educativos. "Quiero entregarle el premio a la comunidad", aseguró con una sonrisa de felicidad que no abandonó en los tres días del Global Education & Skills Forum, que cuenta con 55 colegios en Oriente Próximo.

Peter Tabichi, que dona a los pobres casi todo su sueldo, imparte clase en Keriko Secondary School, un colegio en Pwani, una aldea del valle del Rift tan mísera, que el 95 por ciento de sus alumnos es pobre, a un tercio le falta el padre o la madre, y los problemas de drogas, embarazos de adolescentes y suicidios están a la orden del día.

Por eso sorprende tanto que sus estudiantes, de 11 a 16 años —algunos recorren siete kilóme-tros diarios para ir a la escuela—, hayan ganado la competición nacional de ciencias y el equipo de matemática esté clasificado para un torneo científico y de ingeniería en Arizona (Estados Unidos).

Se reconoce, pues, el mérito de una escuela sin recursos, con un promedio de 58 alumnos por clase, un solo ordenador y una conexión a internet más que mejorable.



ENTREGA Y CONSTANCIA

El religioso comenzó dando clase en un centro privado, pero pronto se concienció de que hacía más falta en una comunidad más pequeña. La clave de su éxito académico está en el club de ciencia que ha montado, en el que anima a los chicos a experimentar pese a sus escasos medios.

"Las nuevas generaciones no van a tener expectativas bajas. África va a producir científicos, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo, y las mujeres van a tener un enorme protagonismo", augura.

Sus estudiantes han diseñado un método para que los ciegos puedan medir y han aprovechado una planta para generar electricidad.

Los fines de semana Tabichi, que se mueve en moto por las carreteras sin asfaltar, enseña a las familias a cultivar de forma más eficiente y ecológica sus semidesérticas tierras.

Y trata de sembrar la concordia en una tierra en la que la tensión entre las siete tribus terminó en una masacre en 2007. Por ese motivo creó también un club de la paz en el que se debate y se hacen actividades juntos.



VOCACIÓN FAMILIAR

Tabichi, que se quedó sin madre a los 11 años, solo había salido una vez de su país, a la vecina Uganda, antes de aterrizar en Dubái, capital de la ostentación y el lujo extremo. Toda una aventura en avión —nunca había subido a uno— que compartió con su padre, que fue su maestro en la escuela y es su referente cuando se pone delante de un encerado. Sus tíos y primos también son maestros. Por eso, al pronunciarse su nombre como ganador, el profesor keniano quiso que los focos de la sala también se centrasen en su padre y le agradeció haberle inculcado valores cristianos.

"Este premio no me reconoce a mí, sino a la gente joven de ese gran continente. Estoy aquí solo porque mis alumnos lo han logrado. Este premio les da una oportunidad, le dice al mundo que ellos pueden ser lo que quieran", aseguró al recoger un trofeo aparatoso y de un oro amarillo que refulgía en contraste a su oscura vestimenta.

El maestro, que en los días previos vistió de sport, se puso para la gala el hábito de la orden de San Francisco de Asís, que se ciñe a la cintura con un cordón franciscano de tres nudos para representar la pobreza, la castidad y la obediencia. Un atuendo espartano e insólito en una ceremonia galáctica presentada por la estrella de cine Hugh Jackman, presidida por el primer ministro de Emiratos Árabes, Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, y con sus nueve contrincantes de los cinco continentes ataviados con trajes de noche.

Al acto no faltó, a través de un vídeo grabado, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta: "Peter, me das esperanza de que los mejores días de África están cerca. Tu historia iluminará a otras generaciones".

Al Global Teacher Prize se han postulado este año 10 mil candidatos de 177 países. Tras una primera selección quedaron 50 semifinalistas y al desenlace llegaron 10 con perfiles distintos, pero siempre con un compromiso muy grande con una comunidad estudiantil rodeada de problemas.

Tabichi es el primer hombre que vence, antes lo hicieron cuatro mujeres —ellas son mayoría en la docencia— y en las quinielas entraban los nombres de dos latinoamericanos (Débola Garofalo y Martín Salvetti), pues el subcontinente aún no ha sido premiado pese a tener muchos semifinalistas.

El fundador del premio, Sunny Varkey, espera que la historia de Tabichi "inspire a quienes buscan ingresar a la docencia y que sea un foco poderoso en el increíble trabajo que realizan los maestros en Kenia y en el mundo todos los días".

"Las miles de nominaciones y solicitudes que recibimos de todos los rincones del planeta son testimonio de los logros de los maestros y el enorme impacto que tienen en todas nuestras vidas", dijo. l