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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Las siete recetas efectivas, según la abuela y la ciencia

La mezcla de vinagre y alcohol para prevenir la otitis o el jenjibre para evitar las náuseas durante el embarazo son algunos de los métodos tradicionales que estudios científicos confirmaron su eficiencia.
Las siete recetas efectivas, según la abuela y la ciencia


Métodos que en algún momento, hace mucho tiempo, se impusieron. Recomendaciones milagrosas que se pueden encontrar en la alacena o la heladera un hogar. Lejos de los fármacos, existen los remedios caseros o los llamados "remedios de la abuela" por su arraigo ancestral. Técnicas para prevenir o curar enfermedades que, más allá de lo que marque el imaginario colectivo, la ciencia comprobó que dan resultado.

1. Vinagre y alcohol para la otitis

La Clínica Mayo, de Argentina, no duda en recomendar uno de los remedios más arraigados en la cultura popular. La mezcla del vinagre blanco con el alcohol en partes iguales forma una combinación que, derramada en gotas, previene la otitis en los casos menos severos. Además, la mezcla resulta útil para frenar la aparición de hongos y bacterias que provocan la otitis externa.

2. Gárgaras para los resfríos

Entre 2002 y 2003, la Escuela de Salud Pública de Kyoto, Japón, reunió 400 participantes que luego los evaluaron un año después. El estudio demostró que voluntarios que, por pedido de los autores, realizaban a diarios gárgaras con agua de la canilla tenían menos posibilidades de contraer infecciones por vías respiratorias como catarros.

3. Jengibre para las náuseas de embarazadas

Las náuseas son, quizás, la principal molestia que atraviesan las mujeres durante los 9 meses que dura el embarazo. La Universidad de Exeter, Inglaterra, comparó los síntomas entre las voluntarias que empleaban un placebo y aquellas que tomaban jengibre. Tras el cruzamiento de datos, concluyeron que consumir un gramo de raíz de jengibre ayuda a aliviar las náuseas no solo inducidas por el embarazo, sino también las surgidas por el efecto de la quimioterapia en los pacientes con cáncer.

4. Miel para la tos

La propia Organización Mundial de la Salud recomienda su ingesta con fines curativos en niños. A su vez, en 2012 se siguió a 300 niños que habían enfermado para determinar su efectividad. Una vez concluido el estudio, se reveló que el consumo de 10 gramos de miel antes de dormir registró menos tos y mejor sueño que aquellos que habían tomado placebo.

5. Cinta adhesiva para las verrugas

El método médico y, por ende, confiable indicaba que congelar la verruga la hacía desaparecer. La criogenización, sin embargo, tan solo logra un 60 por ciento de efectividad. En 2002, se realizó un estudio que determinó que el 85 por ciento de los tratados con cinta adhesiva -preferentemente la que se usa con fines sanitarios- se libró de molestas formaciones.

6. Sopa de pollo para el resfrío

La sopa suele ser una de las recomendaciones habituales para combatir las inclemencias del frío en épocas invernales. Además, al parecer, hay un agregado clave: el pollo. Un estudio científico demostró que la sopa de pollo es efectiva para calmar la típica inflamación que produce un resfrío.

7. Hielo para el dolor de cabeza

Cuando se presenta una fuerte migraña, aplicar hielo sobre la cabeza o la nuca contrarresta el dolor, al menos provisoriamente. Así lo demostró un estudio realizado que observó a 50 personas con migrañas.

Los remedios caseros son mejores



Existe una gran variedad de remedios caseros que funcionan tan bien o mejor. La tos es uno de los males más comunes y molestos que existen. Por suerte existen remedios caseros y naturales contra ella, lo cual significa que la mayoría de las veces no tendrás que recurrir a medicinas o médicos para aliviarla. Obviamente si después de tratar algunos de estos remedios las molestias persisten, entonces sería buena idea consultar a un especialista.

Lo que agrada y convence más a la gente es que los remedios no necesitan de químicos para ser consumidos con sucede con la industria de los medicamentos. Basta saber el contenido tanto de frutas como de verduras para saber el efecto que puede causar en la salud. Algunas cosas se utilizan maceradas, otras puras y algunas cocidas.

También es importante conocer dónde poder encontrar algunas hierbas necesarias para el uso. Generalmente existen puestos de venta en los mercados.