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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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La pera está libre total de grasa

Los beneficios para la salud son muchos: fortalece los huesos, previene el cáncer del estómago y pulmón.
La pera está libre total de grasa





Aunque las peras no puedan presumir en cantidades impresionantes de ningún nutriente, si contienen un amplio rango de vitaminas y minerales. En minerales, las peras contienen buenas cantidades de cobre, hierro, potasio, manganeso, y magnesio, junto con vitaminas B como folatos, riboflavina, y piridina (vitamina B6). Esto se traduce a incidentes reducidos de colitis dolorosa, artritis, problemas en la vesícula biliar y en la gota.

Las peras contienen 12 por ciento y 10 por ciento del valor diario, respectivamente, en vitamina C, buena para combatir infecciones en el cuerpo, y vitamina K, para mantener y producir dureza en los huesos.

Lo que no tienen las peras también es muy importante: Son completamente libres de grasas, pero su contenido en fibra pone en la sombra todos los otros atributos de esta fruta con un 22 por ciento del valor diario recomendado. Añadiendo a esto está que siendo un alimento con una buena densidad nutritiva, comerse una pera es una buena opción cuando está buscando una forma de limitar su ingesta de grasas y calorías – es una buena manera de sentirse satisfecho durante más tiempo, lo que le ayuda a cuidar su peso.

El contenido de ácidos hidroxicinámicos e hidroxibenzóicos en las peras está ligado con la prevención de cáncer del estómago y de los pulmones. El Boron, otro ingrediente, se necesita no solo para fortalecer el calcio en nuestro cuerpo, pero también para ayudar a prevenir osteoporosis.

La cáscara de la fruta es mejor

Las peras son muy buenas, pero su cáscara es aún mejor con casi cuatro veces más de fitonutrientes, incluyendo el betacaroteno, luteína, y zeoxantina. Junto con vitamina C y A, estos componentes ayudan a mantener al cuerpo protegido de radicales libres dañinos.

La textura granulosa que uno tiene en la boca al comer una pera agarra toxinas causantes de cáncer y químicos en su colon, removiéndolos en su camino de los intestinos, haciendo de esto una eficaz manera de deshacerse de ellos. Repleto de antioxidantes que neutralizan los radicales libres, las peras son altas en la lista de Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno (CARO) – las peras verdes con 2,201 y las rojas de Anjou con 1,746.

De todas formas consuma peras en moderación porque contienen fructosa, lo cual puede ser dañino en cantidades excesivas.

Las primeras menciones sobre peras aparecen en las regiones surestes de Asia. Fueron cultivadas por primera vez en Europa alrededor de 1000 A.C. Las Peras Asiáticas fueron cultivadas en China desde 1134 A.C. De estas fueron desarrolladas las peras Europeas alrededor de 1000 A.C. Y los árboles de pera Norte Americanos no fueron plantados sino hasta 1620 en la colonia de la Bahía de Massachusetts.

De las 4000 variedades en árboles de pera, solo 30 de ellos son comestibles. De esas existen dos tipos, las más duras y crujiente pera Asiática, y las más jugosas y suave pera Europea. Ambas proveen un amplio rango en vitaminas, minerales como cobre, hierro, potasio, manganeso y magnesio, algunas vitaminas B, ácidos saludables y polifenoles poderosos, así como las vitaminas C, A, y K.

Los beneficios a la salud de las peras incluyen la habilidad de su cuerpo para pelear infecciones, la diabetes, cáncer, colitis, artritis, osteoporosis, disturbios de la vesícula biliar y de la gota. Las peras son excepcionalmente altas en fibra, lo que mantiene a su sistema regulado.

LO QUE DEBES SABER

Esta fruta reduce la presión arterial. Es una maravillosa fuente de potasio. Esto significa que los beneficios de comer una pera al día pueden tener un impacto significativo en la salud del corazón, porque el potasio es un vasodilatador.

Esto quiere decir que, además de reducir la presión arterial, también reduce la tensión, evitando la formación de coágulos o daño a todo el sistema cardiovascular. Además, aumenta el flujo de sangre a todas las partes del cuerpo, oxigenando los órganos y promoviendo su efectividad.

La reducción de la presión arterial también está conectada a una menor probabilidad de enfermedades cardiovasculares, como pueden ser la aterosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.