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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Parejas sin sexo, fenómeno en ascenso

En el mundo muchas personas optaron por esta medida como forma de llevar su relación amorosa.<BR>
Parejas sin sexo, fenómeno en ascenso



El número de parejas sin sexo parece haber aumentado en el mundo. Muchos quieren vivir su sexualidad de una forma más amplia y menos falo- centrista, mientras que en otros casos, esto podría ser señal de un distanciamiento de sí mismos y de su compañera.

Se habla de parejas sin sexo cuando hay ausencia total de relaciones sexuales o una ínfima presencia de las mismas. Según diversos estudios, esto parece ser un fenómeno en ascenso, aunque no está claro si más bien se trata de una realidad que comienza a hacerse notoria ahora, pero que existía desde hace mucho tiempo.

Cuando hablamos de parejas sin sexo nos referimos a aquellas que, por decisión propia, se abstienen de tener relaciones sexuales. Ahora bien, en esta categoría no se cuentan quienes tienen disfuncionalidades que les impiden tener sexo. Eso es precisamente lo llamativo del fenómeno: se trata de una forma de relación deli-beradamente elegida.

DATOS EN EL MUNDO

El Centro Cambridge de Massachusets es uno de los pioneros en el estudio de este fenómeno. Allí se llevó a cabo una investigación en 2014 en la que pretendían establecer el número de relaciones sexuales que tenían las parejas estables por mes. Al finalizar, sus datos señalaron que hasta el 20 por ciento de los estadounidenses correspondían a parejas sin sexo.

Un poco más adelante, se realizó un estudio similar. Los encargados fueron los expertos de MyWord y se centró en los españoles. Según las conclusiones que se extrajeron de los datos recogidos, alrededor de un 10.6 por ciento de los españoles cons-tituían parejas sin sexo.

Hasta el momento no se dispone de otros estudios concluidos en diferen- tes partes del mundo. Sin embargo, se sabe que en países como Japón, el interés en el sexo es muy bajo. De hecho, hay cifras que hablan de un importante número de personas que pasan de los 30 años y aún no han tenido sus primeras relaciones sexuales.

¿NORMAL O ANORMAL?

Esta es una de las preguntas que surgen tan pronto como se habla de algún comportamiento que no encaja dentro de la mayoría. A la vez, se trata de una pregunta que no resulta pertinente. En el mundo de lo humano, lo normal o anormal solo es un asunto de estadística.

La sexualidad es, o al menos debería ser, un terreno para la libre expresión de la personalidad. Lo que dos personas adultas acuerden libremente siempre está bien. Ambos tienen que estar cómodos con sus elecciones y ninguno de los dos debe sentirse o estar presionado.

VISIÓN REDUCCIONISTA

A lo anterior se suma el hecho de que ahora tenemos también un concepto mucho más amplio de la se-xualidad. Sabemos que el coito es solo uno de los caminos para experimentarla.

Casi todos los expertos coinciden en que las parejas sin sexo también pueden tener una relación satisfactoria y feliz. Construyen los espacios de intimidad de otra manera.

Que no tengan sexo no quiere decir que tampoco tengan contacto físico. Simplemente, para algunas parejas la relación sexual es determinante. Para otras no. Aunque unas sean mayoría y otras minoría, ninguna es “anormal”, al menos en el sentido despectivo de esa palabra.

Ahora bien, ¿la falta de sexo en una pareja puede convertirse en un proble- ma? La respuesta es sí. Esto sucede, obviamente, cuando uno de los dos no está de acuerdo con esta situación. También cuando las parejas sin sexo no desarrollan otro tipo de contacto físico o cuando esa condición se acompaña de indiferencia, aburri-miento o falta de interés mutuo. l