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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Encuentran a la abeja más grande del mundo

Este himenóptero es tan grande como  un pulgar humano. La última aparición de este tipo de insecto ocurrió  en 1981 en Indonesia.<BR>
Encuentran a la abeja más grande del mundo



Un grupo de investigadores realizó el asombroso “redescubrimiento” de una abeja de Wallace con vida que se creía exinta.

El equipo, compuesto por el fotógrafo de historia natural Clay Bolt, el entomólogo Eli Wyman, el ecologista Simon Robson y el ornitólogo Glenn Chilton, pasó años estudiando a esta especie y exploró los hú-medos bosques de Indonesia durante días antes de toparse con una.

El hallazgo ha renovado la esperanza de que la mayoría de los bosques de la región alberguen especies raras. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica esta especie como “vulnerable” debido a la explotación de minas y canteras.

Solo se ha documentado que otros dos afortunados científicos la han visto en persona anteriormente. El primero fue el naturalista británico Alfred Russel Wallace, quien descubrió la abeja gigante en 1858, mientras exploraba la isla tropical de Bacan, en Indonesia. El entomó-logo Adam Messer fue el segundo en 1981.

El equipo tenía información sobre el hábitat y el comportamiento de las abejas gracias al trabajo de Messer, y examinaron las imágenes sate-litales para familiarizarse con el terreno. Sabían que el insecto tendía a encontrarse en los bosques de tierras bajas y en los nidos de termitas que habitaban los árboles.

Sin embargo, la deforestación en Indonesia ha aumentado en la última década para allanar el camino a la agricultura. Esto significaba que el hábitat natural de la abeja se había ido reduciendo, y con ello, las posibilidades de observarla.

En el último día de una búsqueda de casi una semana, el guía e intérprete del equipo vio un nido de aspecto interesante. Una vez que Clay Bolt se subió a un árbol para echar un vistazo más de cerca al montículo, vio una solitaria abeja gigante de Wallace.

“Fue un momento notable y humil-de”, dijo. Después de que el equipo se recuperara de la emoción inicial, se dispusieron a fotografiar a la abeja en su entorno natural.

Esperaron un par de horas para que saliera del nido, pero era tímida ante las cámaras.

Finalmente, los investigadores decidieron tocar a la abeja con un trozo de pasto, y esta caminó hacia un tubo grande. Una vez que la libera-ron, Bolt pudo capturar a la abeja que volaba en frente del nido.

Robson, que estudia el comportamiento y la evolución de los animales, dijo que la abeja que observaron “no era muy agresiva”.

Cuando el equipo llegó a su primera locación, descubrieron que los residentes nunca habían visto, ni habían oído hablar de lo que estaban buscando. Incluso hablaron con una guía local de observación de aves, pero no encontraron nada.

“La gente no podía creer que estuviéramos allí buscando una abeja”, dijo Bolt.

Ahora que la han encontrado, esperan trabajar con conservacionistas locales y convertir potencialmente a la abeja gigante de Wallace en una especie de insecto emblemática para el área.