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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Fármaco reduce riesgo de ceguera por diabetes

La visita a un oftalmólogo es una obligación para detectar el riesgo de un edema macular diabético. Eylia trata también la degeneración macular.
Fármaco reduce riesgo de ceguera por diabetes





El riesgo de la pérdida visual en una persona con diabetes es muy alto cuando padece un edema macular diabético, un daño al que en principio y de forma equivocada las personas no le dan la importancia necesaria y que hasta ahora se trataba solamente con láser y cirugías.

Cuando la visión queda distorsionada, nublada, borrosa, desenfocada y la disminución de la misma es evidente puede ser tarde para frenar los daños severos causados por el edema macular, que se manifiesta en un 13 por ciento de las personas que padecen de retinopatía diabética.

Desde hace un tiempo, el fármaco inyectable Eylia es una de las opciones usadas para tratamientos de ese tipo de edema en Bolivia, afirma el oftalmólogo Gonzalo Murillo, que utiliza de forma recurrente ese producto de la farmacéutica Bayer.

En términos sencillos, la complicación del edema macular consiste en la acumulación en la mácula, la parte central de la retina, de suero o líquido filtrado desde la sangre, lo que provoca la alteración de la capacidad visual.

Eylia es un antiangiogénico que se usa para evitar la proliferación de los vasos enfermos que producen el edema cuando ya existe una retinopatía diabética y también para tratar la degeneración macular relacionada con la edad.

“Eylia es un medicamento que en realidad es una proteína de fusión que va a detener al factor de crecimiento endotelial vascular, que es el causante de la aparición de vasos enfermos o de la alteración de la permeabilidad de los vasos y por ende de la acumulación de líquido en ese lugar”, explicó Murillo. Cuando los oftalmólogos detectan en el fondo del ojo que los vasos de la retina sufren micro hemorragias o pérdida de líquido se trata de una retinopatía de fondo.

De agravarse, la enfermedad puede convertirse en un edema macular o en una retinopatía proliferante, que no es otra cosa que la multiplicación de los vasos enfermos. Para tratar la retinopatía proliferante solo funciona la cirugía. No hay que perder de vista que la enfermedad base de toda esa complicación es la diabetes, también conocida como la asesina silenciosa porque en principio las personas no la detectan fácilmente, pero en la actualidad afecta a más 360 millones de personas en el mundo.

consulta obligada

La recomendación del oftalmólogo Gonzalo Murillo es que cuando exista el diagnóstico de diabetes se haga de forma obligatoria una consulta con el oftalmólogo, en el mismo de nivel importancia que las otras visitas que se hacen, por ejemplo, a los especialistas de endocrinología. Los tratamientos clásicos con láser o con las cirugías y ahora con los fármacos antiangiogénicos, según requiera el caso, hacen posible cada vez más que la diabetes ya no sea un sinónimo automático de destrucción de la capacidad visual.

EL ATAQUE TARDA

En 2010 se calculó que en el mundo vivían al menos 21 millones de personas con edema macular diabético, según datos de Bayer. En promedio, pueden pasar entre diez y 13 años antes de que la diabetes ataque la visión produciendo la catarata diabética, que es solucionable con un lente intraocular, o la retinopatía diabética.

UN HUEVO DIARIO BENEFICIA A LA SALUD

Un estudio publicado en Molecular Nutrition and Food Research encontró que comer un huevo al día podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

Se trata de un alimento de origen animal con alto valor nutricional que incluye vitaminas A y B, así como minerales. La yema puede aportar proteínas, hierro, azufre y vitaminas A, B, D y E, además de ser rica en colesterol y grasa.

Según los expertos encargados del estudio, el huevo es una excelente fuente de compuestos bioactivos que pueden tener efectos benéficos para la salud. Se encontró que los hombres que comieron más huevos, tuvieron menor riesgo de diabetes tipo 2. Esto se debió a que en su sangre había ciertas moléculas de lípidos similares a las de la sangre de los participantes que estaban libres de diabetes. En cambio, los hombres que no comieron huevo, que predijeron un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según cita Su Médico.