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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:36

¿Por qué nos ofendemos y cómo es posible controlar emociones?

Si la persona percibe una amenaza, genera una reacción física. Es resultado de una forma de percibir el mundo y comprender un contexto de una cierta manera, pero, que es posible cambiar.
¿Por qué nos ofendemos y cómo es posible controlar emociones?





¿Cómo pudo decirme eso? ¿Qué derecho tiene de actuar así? ¿Quién se cree que es? Sentirse ofendido es un sentimiento común, pero extremadamente complejo y en gran medida poco comprendido, asegura la psicóloga Deborah Talmi.

"No es una de esas emociones que sido estudiada por décadas, como las reacciones motivadas por el miedo. Es algo sutil y que no vemos en los animales", le dice a BBC esta investigadora del departamento de neurociencia y psicología experimental de la Universidad de Manchester en Inglaterra.

"Lo más obvio es que cuando nos ofendemos el cerebro tiene que computar y decidir el significado de las palabras que nos llegan y ponerlas en contexto", explica Talmi. Ese proceso involucra lo que se conoce como memoria semántica: el conocimiento que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas, que nos permite evaluar el significado de la información que recibimos.

Según la investigadora, antes de que se genere un sentimiento, los pasos de ese proceso cerebral son aproximadamente los siguientes: ¿ésto es relevante para mí? ¿es bueno o malo para mí? ¿me ayuda o impide mi progreso? ¿qué aspectos de mi persona toca esto? ¿y quién lo dijo y cuál fue su intención? Talmi asegura que "todos estos pasos pueden ocurrir muy rápidamente y en forma automática".

Cuando la ofensa es percibida como amenaza genera claramente una reacción física. Talmi señaló que, aunque no reaccionemos ante una ofensa que se percibe como amenaza, hay mecanismos evolutivos que pueden activarse. Puede haber un aumento en el ritmo cardíaco y una dilatación de los vasos sanguíneos para que llegue más sangre a las extremidades.

Y también se producen cambios en la digestión, ya que recursos normalmente usados en el proceso digestivo deben ser encaminados "hacia una posible reacción de ataque".

REACCIÓN ES PRODUCTO DE LA HISTORIA PERSONAL 

En algunas ocasiones nos ofendemos porque el comentario "toca" fibras profundas, que tienen que ver con incidentes pasados, incluso de la niñez, señala la psicóloga Deborah Talmi.

Pero "es posible reencuadrar una situación, hay elementos conceptuales y, si cambias tu interpretación, te sentirás diferente".

"No estoy juzgando a quienes se ofenden, no hay una razón por la que no debes ofenderte, a veces es lo que corresponde", explica.

"Y la gente ha usado en la historia esos sentimientos de sentirse ignorados para crear cambios en la sociedad", destaca.

La psicóloga asegura que "aún cuando te ofendas, te sentirás diferente respecto a muchas situaciones si te relacionas de una forma diferente con tu identidad". "Si alguien te dice algo racista, pero tú te sientes segura sobre tu lugar en la sociedad, sobre tu identidad, si sabes que la mayoría de la sociedad no comparte ese comentario y que tienes el apoyo de tu familia y tus amigos, sentirás tal vez ira, pero no te sentirás amenazada", dice.