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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Empoderar al paciente es la vía para bajar obesidad

Expertos reunidos en EEUU alertan sobre la epidemia que afecta a la mitad de la población latinoamericana y que tiene efectos negativos sobre la salud y la economía.<BR>
Empoderar al paciente es la vía para bajar obesidad



La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año 2.8 millones de personas mueren a causa de la obesidad y el sobrepeso.

Según el organismo, la prevalencia mundial de este problema se ha triplicado entre 1975 y 2016, año en el que se estimó que más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años vivían con sobrepeso, de los cuales más 650 millones eran obesos.

Ante esta realidad, los expertos plantean que la mejor vía para frenar esta epidemia es enfocarse en el paciente y en la necesidad de empoderarlo en relación a su auto cuidado, con el fin de que logre un buen manejo nutricional con una alimentación balanceada y en cantidades adecuadas.

La OMS señala que la adopción de patrones alimentarios saludables no solo significa promover cambios en el consumo; requiere reorientar las políticas públicas para crear sistemas alimentarios sostenibles y sensibles a la nutrición, que puedan proveer una adecuada oferta de alimentos saludables.

Si bien la disponibilidad de alimentos en América Latina y el Caribe es suficiente para cubrir las necesidades energéticas de toda su población, existen tendencias preocupantes: la disponibilidad de azúcar es mayor que la observada en regiones desarrolladas y la disponibilidad de grasas per cápita es mayor a los rangos recomendados en una dieta saludable, mientras que la disponibilidad de pescado por persona es la más baja de todas las regiones del mundo.

Especialistas internacionales que analizaron las innovaciones en tratamientos y estrategias para prevenir el sobrepeso y la obesidad en la ciudad de Nashville (Estados Unidos), durante la Semana de la Obesidad 2018, coincidieron en que los tratamientos farmacológicos más recientes “no deben ser sustitutos del tratamiento dietético y del ejercicio, sino ser un componente de los mismos”.

El sobrepeso afecta por lo menos a la mitad de la población de todos los países de América Latina, salvo en Haití (38.5 por ciento ), Paraguay (48.5 por ciento ) y Nicaragua (49.4 por ciento ). Además, la obesidad afecta desproporcionadamente a las mujeres: en más de 20 países la diferencia entre la tasa de obesidad femenina es 10 puntos porcentuales mayor que la de los hombres.

La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

De hecho, se estima que 90 por ciento de los casos de diabetes mellitus tipo 2 son atribuibles a estas problemáticas.

En particular, la obesidad es una enfermedad sistémica, crónica y multicausal, aunque se considera que la razón fundamental es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas.

En México la obesidad está asociada con cuatro importantes causas de mortalidad: las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus, los tumores malignos y las enfermedades del hígado.

La obesidad representa además una carga económica para los gobiernos.

Tan solo en México se estima que la atención a enfermedades causadas por la obesidad y el sobrepeso tiene un costo anual aproximado de 3.500 millones de dólares.

Y es que debido a la naturaleza compleja y multifactorial de la obesidad, no existe un tratamiento único en su manejo y se requiere la intervención de varios profesionales de la salud, como médicos, nutriólogos, psicólogos y otros especialistas.

La OMS recomienda a los países de América Latina y el Caribe reforzar y ampliar sus políticas públicas para promover el consumo de alimentos saludables. La regulación de la publicidad de productos ultraprocesados, las normas de etiquetado y los impuestos específicos para bebidas azucaradas, son algunas de las iniciativas ya en curso. Estas deben ser complementadas con políticas para aumentar la oferta de alimentos saludables, como los sistemas de compras públicas y su conexión con la agricultura urbana y periurbana, la alimentación escolar y la implementación de circuitos cortos de producción y comercialización de alimentos, entre otras.

Problemas con cáncer

hallazgo

Una investigación, liderada por el Trinity College de Dublín (Irlanda), ha descubierto nuevos vínculos entre la obesidad y el cáncer, que explican por qué los sistemas inmunológicos del cuerpo fallan en la lucha contra las células cancerígenas cuando existe un exceso de grasa.

El estudio, publicado en la revista Nature Immunology, analiza las causas por las que la presencia de grasa hace fracasar a los sistemas de vigilancia inmunológica, que están formados por las llamadas células NK (Natural Killer en inglés), un tipo de células asesinas naturales, cuya función es destruir a las cancerosas.

comer fuera

El incremento de la obesidad tiene múltiples factores y uno de los principales es el consumo de alimentos ultraprocesados con alto contenido de grasas, azúcar, sal y calorías, que además son más baratos que la comida saludable, señaló el representante regional de la FAO, Julio Berdegué. Además, hay una tendencia al alza a comer fuera de casa, lo que se traduce en una dieta menos sana y equilibrada. "Estas comidas que se hacen en media hora en el trabajo o en la calle no tienen usualmente la calidad que tenía la vieja forma de comer", apuntó.

Una dieta saludable permitiría atacar el sobrepeso, finalizó Berdegué.