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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Pediatras piden acabar con los azotes a niños

El castigo físico para disciplinar a los infantes puede afectar su desarrollo cerebral, además de incrementar su agresividad.
Pediatras piden acabar con los azotes a niños



La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) anunció que actualizará sus políticas sobre el castigo corporal a menores y señaló que es necesario poner fin a los azotes a los niños porque les pueden afectar su desarrollo cerebral.

De acuerdo a un comunicado de la institución, "el castigo corporal -o el uso del azote- como herramienta disciplinaria incrementa la agresividad en menores a largo plazo y es un elemento no efectivo para enseñar a un niño sus responsabilidades y su autocontrol".

Con esta actualización de sus políticas, la academia pondrá nuevos recursos en relación a cómo se debe criar a los menores, unas herramientas que están pensadas para padres y médicos.

"De hecho -prosiguió-, nuevas pruebas sugieren que puede causar daño al niño, afectando al desarrollo normal del cerebro. Otros métodos que enseñan a los menores la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto son más seguros y más efectivos".

La academia enfatiza, de este modo, su petición para que se prohíba el castigo corporal, algo que plasmará en una actualización de su política interna al respecto: "Disciplina Efectiva para Criar Niños Sanos", que será presentada durante la Conferencia y Exhibición Nacional en Orlando, estado de Florida. Sin embargo, la academia no solo se centra en el castigo físico, sino también en el maltrato verbal a modo de humillación.

En este sentido, uno de los autores de la nueva propuesta de política, Robert Sege, señaló que estas prácticas son ahora menos comunes.

"La buena noticia es que menos padres apoyan el uso del azote ahora que en el pasado", afirmó Sege.

¿Cómo disciplinar sin golpes ni gritos?

1.- Para los niños menores de un año que se portan mal, lo mejor que puede hacer es recogerlos y trasladarlos a otro lugar, distraerlos, cambiar de tema, y ​​eso suele ser todo lo que necesitan y pueden manejarlo.

2.- Los niños pequeños y en edad preescolar necesitan un tiempo de espera, que involucra a un niño sentado en silencio. A los niños les gusta la atención, anhelan eso, y si se portan mal, se recomienda el llamado tiempo muerto.

3.- Para los menores de 12 años, los pediatras aconsejan permitir que las consecuencias naturales de la mala conducta puedan ser efectivas. Por ejemplo, si quieren salir a la calle una consecuencia natural podría ser que no puedan salir.

En general, “la relación amorosa entre un niño y sus padres es la relación más importante que existe”, dijo el pediatra Robert Sege.

“Los padres pueden usar esa relación para enseñar a sus hijos el bien sin insertar violencia, vergüenza y humillación en esa relación”, dijo.

La psicóloga española Olga Lázaro opinó que el respeto a los niños y el trato cariñoso ayudan en la educación. Es importante poner límites y señalar las consecuencias desde el respeto. ¿Cómo pedir al niño que no grite no golpee si ese es el comportamiento de los padres, inquirió Lázaro.

ESTUDIO

La Academia de Pediatras de Estados Unidos cita un estudio en el que se concluye que los niños de 3 años que fueron azotados más de dos veces al mes fueron más agresivos cuando tenían 5 años y mostraron comportamientos negativos cuando tenían 9, aunque no dieron más detalles sobre esta investigación. La academia engloba a 67.000 profesionales de la pediatría de Estados Unidos,

PROHIBICIÓN

Según un análisis de datos de 88 países, territorios y protectorados publicado en la revista de salud BMJ, los adolescentes son menos violentos en los países en donde el castigo corporal está prohibido.

"Las sociedades que tienen estas prohibiciones parecen ser lugares más seguros para el desarrollo de los niños", dijo a CNN Frank Elgar, profesor del Instituto de Salud y Política Social de la Universidad McGill en Montreal.

LEGAL

Los azotes, las nalgadas y otras formas de corrección son legales y socialmente aceptadas en muchos países.

Según un informe de UNICEF de 2017, en todo el mundo, cerca de 300 millones de niños de dos a cuatro años reciben de forma cotidiana algún tipo de disciplina física por parte de sus padres o cuidadores. A nivel mundial, alrededor de 1,100 millones de cuidadores consideran que el castigo físico es necesario para educar.