Madres y Padres de familia
En la Unidad Educativa donde estudian nuestras hijas e hijos debemos encontrar consideración, respeto y empatía, a fin de prevenir, detener y eliminar cualquier forma de violencia, agresión y acoso. En ese sentido, se deben establecer acciones colectivas en la Comunidad Educativa:
Elaborar y desarrollar medidas de no violencia para resolver las tensiones y conflictos emergentes.
Desarrollar una cultura de convivencia pacífica y armónica de no violencia, rechazando explícitamente cualquier comportamiento y actos que provoquen intimidación y victimización.
Difundir y promover normas contra la violencia, la agresión y el acoso en las Unidades Educativas.
Denunciar los casos que se consideren graves y las denuncias falsas.
Romper la cultura del silencio y del miedo denunciando conductas y actos de cualquier tipo de violencia.
Construir diálogos empáticos, respetuosos y no violentos.
Elaborar un Plan de Convivencia pacífica y armónica, acorde a la realidad de cada Unidad Educativa, considerando los puntos anteriores.
Este último punto sobre el Plan de Convivencia Pacífica y Armónica, tiene carácter obligatorio para todas las Unidades Educativas y deberá ser elaborado por las autoridades superiores(Directoras y Directores de la Unidad Educativa), en un proceso abierto participativo y plural, que convoque obligatoriamente a todas las y los miembros de la Comunidad Educativa, en el marco de la Constitución Política del Estado, los tratados y convenios internacionales sobre derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes.