Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

[LA LENGUA POPULAR]

¡Cuidado! Lectura de alta tensión

Los esfuerzos editoriales independientes son cada vez más comunes y van cobrando fuerza en el ambiente literario boliviano. Compartimos una conversación con Electrodependiente, un proyecto que combina una revista virtual con la publicación en físico de narrativa y poesía. con sede en Cochabamba, son una apuesta interesante por la “otra literatura”.
¡Cuidado! Lectura de alta tensión



La Lengua Popular, con motivo de la XII Feria Internacional del Libro de Cochabamba, decidió entrevistar a Patricia Réquiz y Mauro Gatica, los forajidos responsables de la revista virtual y de la editorial artesanal Electrodependiente.

Pero, que no les engañe la palabra independiente, ya que estamos hablando de proyectos que se destacan no por tener un discurso alternativo superior a lo que ofrecen en sus productos a los consumidores, como en muchos casos sucede cuando se usa la etiqueta de independiente.

Por el contrario, se trata de un proyecto sólido, llevado a cabo con la intención de concretar una propuesta seria y conseguir la realización de una visión por demás llamativa y enfocada al crecimiento de la pasión por la literatura.

-¿Cómo surge el proyecto de montar una editorial y por qué el nombre?

Creemos surge por una necesidad que identificamos, la necesidad de generar nuevos canales comunicativos entre obra y lector. Con respecto al nombre, en nuestro caso nos cayó encima, fue casi una coincidencia.

-¿Cuántos títulos tienen publicados y cuáles son algunos de ellos para recomendar?

Hasta la fecha contamos con un catálogo de 28 títulos publicados, entre poesía y narrativa. El catálogo reúne a autores de habla hispana.

Una cosa que nos caracteriza es no encasillarnos en una estética o temática específica, por lo que contamos con títulos para gustos variados.

Les recomendaríamos nuestros últimos títulos: 3650 días, antología personal de Rodrigo Urquiola Flores, libro que reúne, a criterio del autor, los relatos más significativos de estos diez últimos años.

-¿Qué opinan del panorama editorial del país?

Vemos con agrado que en estos últimos años la movida editorial independiente ha ido creciendo a paso firme, con una variedad interesante de propuestas tanto estéticas, como en temáticas específicas.

No obstante, hay carencias como en todos los círculos editoriales alternativos. Pero, vemos con optimismo el panorama, pues poco a poco más ferias y festivales llenan esos vacíos.

-¿Qué opinan del panorama de escritores en el país y cómo este se puede vincular con las corrientes o propuestas de escritores de países vecinos?

Tanto en poesía como en narrativa apreciamos una renovación respecto a los tópicos desarrollados y al tratamiento del lenguaje. El intimismo abunda en la poesía actual, los espacios urbanos se nos aparecen como un personaje vital.

Gracias a las diversas redes que se desarrollan, la mayoría de las veces de manera autofinanciada, han permitido, en este último tiempo, que se estén leyendo a poetas y narradores jóvenes (bolivianos) en otras latitudes.

Un ejemplo de esto, es la participación de Bolivia como país invitado en la Feria del Libro “xxxx”, a realizarse este fin de año en Valparaíso, Chile.

-Últimamente hay una fascinación, muchas veces sobredimensionada por la crónica periodística (han surgido muchas antologías, revistas, concursos y libros en este género). ¿Como editores y escritores se sienten atraídos a explotar esta tendencia? ¿Qué opinan sobre esta práctica y el aparente boom de esta escritura en el mercado editorial del país? ¿Como proyecto editorial tienen la intención de incursionar en ese tipo de publicaciones?

Esta semana se presentaron dos libros relacionados con la crónica No me jodas, no te jodo: crónicas por y para El Alto y Aprende a amar el plástico, ambas editadas por la editorial Sobras Selectas. Ese hecho no es menor, es una evidencia de la importancia que ha adquirido el género.

Nosotros no nos cerramos a la idea de incursionar en la literatura de no ficción, pues creemos que también es un aporte esta manera de leer y narrar la realidad, de permitirnos multiplicar los ángulos y reflexionar sobre nuestro entorno social.

-Como editorial, ¿cuál es el género literario que mejor movimiento o aceptación tiene en los lectores y por qué creen que es así?

La escritura ha ido mutando la idea de género, que creemos tiene una finalidad meramente didáctica. La frontera entre la poesía y la narrativa se ha ido diluyendo hasta ser prácticamente invisible.

Sin embargo, hay una inclinación casi natural hacia la narrativa, quizá porque la poesía, al tensionar el lenguaje al máximo, se hace, a ratos, un poco hermética. No obstante, vemos con agrado, en nuestra experiencia, como los lectores de poesía van en aumento.

-¿Cuál es su meta más grande y anhelada? Y, como editorial, cuáles son los proyectos y procesos que desarrollarán para alcanzarla.

Nuestra primera meta fue desarrollar, principalmente, un espacio de difusión de literatura hispanoamericana que funcionara desde la ciudad, por ello creamos la revista virtual Electrodependiente, lo que nos permitió difundir autores de todos lados, con propuestas frescas.

El siguiente paso fue abrir un sello editorial artesanal, la idea del formato responde a la autonomía económica que eso representa, pues, manejamos la producción de acuerdo a las necesidades y capacidades.

El formato nos permite abaratar costos de producción, que se traducen en el precio que llega a los lectores, un precio accesible. Lo próximo será dejar el formato artesanal y establecernos como una editorial mucho más profesional.

-¿Qué opinión crítica tienen acerca de lo “editorialista” en nuestro país?

Pensamos que hay varias editoriales que apuestan poco, se cierran en conceptos estéticos que dejan fuera muchísimas propuestas que no necesariamente son parte del canon boliviano.

Para qué hablar del amiguismos y el “jet set literario”.

-Si tendrían que publicar un manuscrito inédito de Edgar Allan Poe o Antón Chéjov ¿Cuál escogerían?

Poe.

-Si reciben una llamada para publicar la autobiografía de Britney Spears o Lindsay Lohan, ¿cuál escogerían?

A Lindsay Lohan. Lo titularíamos “Locura y pánico en Los Ángeles”. Venta segura, nadie se aguanta el afán voyerista.

-Si tendrían que editar algún libro clásico, ¿cuál escogerían?

La historia del ojo, de Georges Bataille.

-Si tendrían que comparar el espíritu de la editorial con una comida, ¿cuál escogerían?

Tripitas, por callejeras, punk, grasientas. Si comes muchas te puedes indigestar.

-Si tendrían que comparar el espíritu de la editorial con una bebida, ¿cuál sería?

Cerveza, simple, sabrosa, irresistible. Al alcance de todos.

-¿Qué novedades se puede esperar de la editorial?

Por lo pronto la edición de Arcade del argentino Diego L. García y Ninjas del cochabambino Iván Gutiérrez.

Escritor, filósofo y docente universitario - [email protected]