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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

Ocho consejos para lidiar con las primeras rabietas

Si los padres se dejan llevar por la furia y castigan a sus hijos, las situaciones tienden a salirse de control, dice la consejera Claire Lerner.
Ocho consejos para lidiar con las primeras rabietas



La BBC conversó con cuatro especialistas en comportamiento infantil para obtener consejos prácticos para manejarse ante los berrinches.

1.- Cuando se los contradice, muchos niños mayores de un año golpean a sus padres. Los expertos sugieren explicarle lo que está sintiendo y darle herramientas para que se pueda expresar. "´Cuando estés triste, golpea este tambor en vez de pegarle a alguien", recomienda.

Elisama Santos aconseja enseñar al niño a aplaudir o rugir como un león cuando quiere liberar su rabia.

2.- Calma en el momento de la pataleta y no elevar el tono de voz ayuda a que no crezca la tensión. El niño no puede manejar la situación. “Tu trabajo no es castigarlo, sino tener empatía, validar sus emociones, guiarlo y mantener la calma. Deja que la gente piense lo que quiera", aconsejan.

3.- Hace falta imponer límites, dice, porque ciertas cosas como por ejemplo el cinturón de seguridad o apagar la TV no son negociables.

4.- No malinterpretar como manipulación. Los niños son provocadores. Si vemos esto como una manipulación, cuando en realidad es un comportamiento típico tenderemos a reaccionar con enojo.

Dicen “te odio” y golpean. "En vez de entrar en la pelea, explícale lo que siente y sigue adelante. La lección que estarás dando es que no te vas a involucrar en una discusión destructiva", aconsejan.

5.- Dale al niño la posibilidad de escoger. Por ejemplo, en el caso de los juguetes desparramados por toda la casa: ´Tienes dos opciones: puedes guardar los juguetes o no. Si los guardas, muy bien. Si no, mamá y papá tendrán que perder tiempo haciéndolo, y entonces podremos leerte un libro menos a la hora de dormir´".

6.- Refuerzo positivo. Los niños dicen no a casi todo porque están acostumbrados a escuchar muchos "no" de sus padres, que ahora pueden usar una estrategia más eficiente: el refuerzo positivo.

"No sirve decirle al niño que no ponga la mano en el enchufe, porque lo hará. Es mejor decirle ´tu manito va en el juguete´, ´el dibujo se hace en el papel´", dice Santos.

7.- Transformar las actividades cotidianas en juegos ayuda a aliviar la tensión en las tareas aburridas.

8.- Ni palmadas, ni gritos, ni chantaje.s La violencia tiende a hacer que los niños se vuelvan más furiosos y desafiantes y los padres más castigadores, creando un círculo vicioso. Lo mismo ocurre con las agresiones verbales. Los niños tienden a retraerse cuando frente a una palmada o un grito. "Pero es por miedo, no por haber aprendido a controlar sus sentimientos", especifican los expertos.

Los chantajes tienen el mismo efecto adverso: el niño aprende a comportarse de una manera para recibir un dulce, pero no porque hayan aprendido el valor de un comportamiento.

Incapaz de ejercer el autocontrol

Alrededor de los dos años, el infante hace descubrimientos increíbles y gana capacidad de interacción, explica Ross Thompson, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos.

"Pero las áreas de autocontrol en su cerebro aún no se han desarrollado", destaca Thompson.

"Lo más importante es que los padres entiendan que ese niño es simplemente incapaz de controlar sus emociones. Ese entendimiento los ayudará a ver la situación de forma más constructiva, y no pensar en que se trata de un desafío (a su autoridad)", explica el experto.

"No sirve solamente decirle que se calme, porque su cerebro es incapaz de responder a esa instrucción. Depende del adulto el ayudarlo a poner sus sentimientos en palabras y manejarlos", agrega.

"El niño comienza a darse cuenta de que no es una extensión de sus padres, sino una persona con sus propios deseos. Y a esos nuevos deseos se suma una intensa frustración, acompañada de llanto", dice la educadora Elisama Santos.