Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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[EL NIDO DEL CUERVO]

De pocos ladrillos, una casa

De pocos ladrillos, una casa



Gran parte de nuestra vida, sino toda, se guía por las siguientes premisas: “mientras más, mejor”, “mejor que sobre a que falte”, “quince páginas como mínimo”, etc.; todas aquellas tienen un factor común que las determina y es considerar a la abundancia una virtud, por lo que la carencia sería un defecto. Quiero hacer un énfasis especial en la última de las premisas que mencione porque es, a mi parecer, aquella que marca la exigencia literaria actual de nuestro medio. Ese “quince páginas mínimo” (no es una cita literal) es uno de los requisitos que aparece en la convocatoria al premio Adela Zamudio de los últimos años. ¿Por qué se exige ese mínimo de páginas? Podría haber varias razones pero una de las fundamentales sería considerar cualquier texto de una extensión menor no beneficioso, comercialmente hablando; después de todo, leer aún es costoso en nuestro país (por eso la piratería no disminuye), y si cualquiera de nosotros entrara a una tienda de libros, buscaría adquirir la mayor cantidad de texto con el dinero que pueda permitirse gastar. Preferimos la cantidad antes que la calidad, y quizá por ese motivo es que la novela impera sobre la poesía y el cuento; esto también va acompañado de otro mal prejuicio, el cual nos hace creer que aquel autor que escribe más, se esfuerza más. Nada más alejado de la verdad. No tengo nada contra el Premio Adela Zamudio…bueno, no tengo nada contra el Premio respecto a aquello que señalé antes, solo lo mencioné para responder a una interrogante: qué parámetros tenemos para escoger aquello que vamos a leer.

Por otra parte, durante las últimas décadas ha habido un aumento en la apreciación de estilos literarios más reducidos como es el microrrelato. En Europa, ante todo, el microrrelato tiene una validez y prestigio muy elevados, siendo un claro ejemplo el Premio Internacional de Microrrelatos Museo de la Palabra de la Fundación César Egido Serrano que otorga premios a obras escritas en diferentes idiomas a parte del castellano. Un microrrelato es básicamente una historia contada en pocas palabras (100 o menos por lo general), este estilo se caracteriza por lo hermético, lo preciso y lo profundo de sus relatos; es mucho más complicado contar una historia que sea atrayente y significativa para el lector con pocas palabras y es esta peculiaridad lo que lo hace tan atrayente. Con la novela y, en cierta medida, con el cuento, el autor se toma su tiempo para ambientar al lector en la historia, adentrarlo cada vez más en la trama, y que la narración vaya poco a poco construyendo su significado en el corazón de aquel que lo lee; el microrrelato es todo lo contrario, es fugaz, es violento, como un rayo, siempre deja la sensación de haber leído algo muy profundo pero al mismo tiempo tan repentino y escurridizo que demanda un esfuerzo para alcanzarlo.

El 21 de diciembre se celebraría el cumpleaños de uno de los más grandes escritores que haya nacido en Latinoamérica, un maestro del microrrelato: Monterroso. Ya van 15 años de su muerte y su leyenda solo crece. Por un tiempo se lo conoció por haber escrito el relato más corto de la historia: “El Dinosaurio”.

“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

(¡¿Solo eso?!) A simple vista parece un relato divertido, incluso adorable o infantil, pero carente de cualquier sentido profundo o maestría artística relevante; (es muy simple) es la simpleza del relato lo que llama la atención (¿Lo estoy leyendo mal? ¿Hay algo que no logro entender? ¿Me vendieron un libro incompleto?), es la simpleza lo que invita a releer y releer ese relato hasta darle sentido (¿De qué está hablando realmente? No puede ser solo eso). Como el mismo Monterroso dijo: “Sus interpretaciones son tan infinitas como el universo”, dinosaurio puede tener varios referentes, podría tratarse de una persona muy vieja, algo muy grande o poderoso o aterrador o simplemente estar realmente haciendo referencia a un dinosaurio; sin importar que sentido le demos, el objetivo se ha logrado, con pocas palabras, Monterroso ha logrado cautivarnos con esa historia, con pocos ladrillos, él ha construido su casa en nuestro corazón y en la historia.

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