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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Juana tiene muerte cerebral y está 16 meses hospitalizada

Los dos bebés que llevaba en el vientre fallecieron el 25 de abril de 2017. Está en la cama 13. Es alimentada por sonda y hace fisioterapia. Su esposo cree que hubo negligencia médica.
Juana tiene muerte cerebral y está 16 meses hospitalizada



Juana Oraque, madre de cuatro hijos, está en el Hospital Materno Infantil Germán Urquidi, desde el 24 de abril de 2017. Llegó de emergencia, cuando supo que sus dos bebés, de 34 semanas, habían muerto en su vientre.

Máximo Escóbar Ibañez, esposo de Juana Oraque, recurrió a la presidenta de la Brigada Parlamentaria de Cochabamba, Carola Arraya Borges, por presunta negligencia médica. Su caso es el N. 1 en un listado de cuatro, pero en el registro de Auditorías Médicas del Servicio Departamental de Salud (Sedes) es uno entre más de un centenar de casos con indicios de mala práctica o negligencia, que están a la espera de una Auditoría Médica Externa. Sin ese dictamen no se puede iniciar ningún proceso ante la justicia ordinaria.

Mientras tanto, Escóbar acompaña a su esposa y exige sus derechos. Su último reclamo fue porque no le hacían fisioterapia y tuvo que enviar cartas a la Brigada y promover inspecciones para reanudar las sesiones. Antes, reclamó por las frecuentes infecciones que sufría a causa de la sonda. También recuerda que una vez encontró a Juana con la ligadura en un brazo, cuando le sacaron sangre de la otra extremidad. La enfermera se disculpó por el “olvido”.

Juana tiene muerte cerebral. “Yo no me explico”, dice Escóbar y lamenta que hasta el pasado lunes no pudo hablar con el neurólogo que dio ese diagnóstico. Entonces, recurre a uno y a otro profesional para entender su tragedia.

Escóbar cuenta que sus dos primeros hijos nacieron con parto normal y los dos siguientes con cesárea. Del embarazo de gemelos se enteraron tarde, porque él trabajaba en construcción en el trópico y su esposa le ayudaba en Cochabamba con la comida. En el hospital registraron la versión de que ella también estaba construyendo una pared.

Cuando se enteraron del embarazo, acudieron al hospital Salomón Klein y a una clínica privada de Sacaba. “No sé porqué de allí no la remitieron de inmediato al Materno Germán Urquidi. Ella se sentía mal, tenía los pies y manos hinchados”, dice Escóbar. Juana regresó a su casa porque la enfermera le dio cita para el 8 de mayo y le dijo a su esposo que estaba bien. Pero, el lunes 24 de abril ella estaba tan mal que ni podía responder al teléfono. “Me vine en taxi y ella estaba mal, hinchada”. A las siete de la noche, la pareja llegó a la clínica de Sacaba y se programó la cesárea para las 21:00 horas. La ginecóloga observó que los bebés habían muerto y remitió a la paciente al Hospital Materno Infantil, porque en la clínica no había suficientes unidades de sangre ni plaquetas ni terapia intensiva. Juana llegó al Materno a las 10:40 y a las 03:40 fue intervenida para retirar a los bebés muertos. “Yo pensaba que ese rato la iban a atender”, opina Escóbar, pero la llevaron a dilatación. “Había empezado a convulsionar y de esa manera está postrada”, afirma Escóbar.

Al día siguiente, los ginecólogos del Materno le dijeron que debían operar nuevamente a Juana, para sacarle la matriz. Según Escóbar, le dañaron la vejiga. “Los doctores no se dieron cuenta que estaba orinando hacia adentro”. Un médico admitió que “sí hubo un accidente”. Escóbar relata que “se llenó de orín el estómago y así estuvo ocho días”. Por el delicado estado de salud de su esposa, él contrató un ecografista que le recomendó aceptar una nueva cirugía. Tras la tercera operación, le informaron que “todo salió bien”. Juana estuvo sedada por unos tres días, luego despertó y pidió ir a su casa. Estuvo recuperándose una semana y el médico debía sacarle el tubo de la boca para que ya pueda comer. Escobar la visitó un lunes, pero el martes, a las 8:45, le dio paro cardiaco.

En el Servicio Departamental de Salud le prometieron a Escóbar la auditoría externa para el pasado mes de julio y ahora la postergan para para el segundo semestre. “Mi esperanza es que Juana salga caminando, es lo que pido, porque es una madre que cuida a sus hijos”, concluye Escóbar.

Atención gratuita

Maternidad

Juana Oraque tiene el servicio de salud gratuito. El Hospital Materno Infantil Germán Urquidi corre con todos los gastos que el caso amerita y hace diligencias para que ella pase al Seguro de Discapacidad.

El director del Materno, Rubén Arandia, explica que los bebés muertos desprenden toxinas que dañan a la madre. De acuerdo a la historia clínica de Juana, que supera las mil páginas, la paciente relató que la primera vez que le plantearon la cesárea en Sacaba ella argumentó: "No, mi esposo qué dirá, no está aquí" y, una semana después, los bebés habían muerto.

PronÓstico

"Juana se recuperará en mucho tiempo y con la ayuda de Dios", pronostica el director del Materno, Rubén Arandia.

En resumen, la paciente fue sometida a tres cirugías.

Después de la histerectomía (extirpar el útero), se hizo una interconsulta con el nefrólogo del Hospital Viedma y verificó que no se dañó la vejiga. Juana se quedó unos 12 días en terapia intensiva y después de que se le quitó el ventilador, sufrió un paro cardiaco y no se recuperó.

En el Maternológico nace un promedio de 8.000 bebés al año. Es la segunda maternidad del país con mayor número de nacimientos.