Jueces valoran comportamiento de reos y cuestionan control migratorio
Si bien los administradores de justicia no hacen ningún tipo de diferencia al momento de juzgar a un acusado de cometer un delito en el territorio cochabambino, algunos jueces destacan el comportamiento y educación de algunos extranjeros que son procesados.
Mientras dos jueces resaltaron la forma de proceder de los ciudadanos de otros países en los juicios e, incluso, dentro de los penales, cuestionaron el poco control y seguimiento que realiza Migración a los extranjeros que ingresan por las extensas fronteras que tiene Bolivia con los vecinos.
El juez del juzgado de Ejecución Penal y Supervisión Nro.3, Santiago Maldonado Veizaga, dijo que el comportamiento de los presos extranjeros dentro de los penales es “normal y respetan las reglas impuestas dentro de los recintos carcelarios”.
Indicó que si bien las normas señalan que todos los privados de libertad, sean nacionales o extranjeros, deben recibir el mismo trato, beneficios y penas por los delitos que cometen, los de otras nacionalidades tienen un “plus” frente a los bolivianos porque reciben apoyo de sus embajadas o consulados, aunque esto no se da en todos los casos.
“Mientras que los acusados bolivianos deben asumir solos o con la ayuda de Defensa Pública su caso, los extranjeros reciben apoyo de las autoridades de su país”.
Añadió que los implicados en delitos de otras nacionalidades, casi siempre, contratan a defensores con sus propios recursos.
Explicó que el apoyo de los cónsules de sus países de origen se concreta también en el seguimiento, ya que ellos piden informes a las autoridades de Régimen Penitenciario y a los juzgados donde se ventilan esos casos.
EDUCADOS
La jueza del Tribunal de Sentencia Nro. 1, Patricia Torrico, sostuvo que las veces que le tocó juzgar a acusados extranjeros, estos siempre se comportaron de manera “educada y considerada”.
“Ellos son más temerosos de las leyes nacionales. Más tranquilos y respetuosos. Los bolivianos, en su mayoría, tienen actitudes rebeldes y hasta son agresivos en las audiencias o juicios”.
Recordó a dos ciudadanos colombianos acusados de robo agravado y tentativa de asesinato que le tocó juzgar. Ambos se portaron “bien” durante todo el proceso. Uno fue llevado a Palmasola y el otro permanece en El Abra. La condena que recibieron fue de 20 años.
MIGRACIÓN
Maldonado y Torrico, coincidieron en señalar que cuando un ciudadano extranjero es sentenciado o cumple su pena en un recinto carcelario de Cochabamba, los jueces informan a las autoridades de Migración para que tomen las medidas del caso.
Torrico cuestionó el control que esa repartición gubernamental hace en las zonas de frontera, ya que los ciudadanos que cometen delitos, en muchos de los casos, ni siquiera registraron su ingreso al país.
“Es un punto débil el control migratorio. No solo es que ingresan sin ningún tipo de documento que los autorice, sino que se quedan dentro del territorio de manera indefinida y realizan todo tipo de actividades sin problema”.
Esa falta de vigilancia también se ve en el hecho de que algunos ingresan con el permiso de turista, como lo permiten los convenios internacionales, solo con su documento de identidad, pero como nadie controla en las terminales terrestres, aéreas o en las áreas comunes (parques, restaurantes, centros de diversión), se quedan en esa condición por tiempo indefinido.
“Solo son detectados cuando cometen delitos”, indicó.
El juez Maldonado dijo que, cuando un ciudadano extranjero cumple una sentencia, debería ser deportado a su país, es por eso que cuando se registran esos casos, los juzgados de Ejecución Penal notifican a Migración. Sin embargo, no parece que eso suceda, ya que esas personas dejan los penales, pero a los pocos días o semanas vuelven a estar involucrados en delitos.
Si bien la expulsión pasa por un trámite que debe hacerse a nivel de las cancillerías de los países involucrados, no siempre se cumplen esos pasos de rigor.
El juzgador recordó lo que sucede con Chile y los ciudadanos bolivianos que son acusados de cometer acciones reñidas con la ley y que son detenidos. Ahí, las autoridades simplemente deciden expulsarlos sin ningún trámite. Los sacan a las zonas fronterizas y los entregan a los puestos de control que hay en Tambo Quemado o Pisiga.
Igualdad
Dos jueces coincidieron en que los ciudadanos extranjeros que cometieron algún delito en el país reciben el mismo trato que los bolivianos.
Medios para sobrevivir
Los reclusos peruanos están organizados dentro de los penales para protegerse
La mayor población de reclusos extranjeros en los penales de Cochabamba es de peruanos.
Ellos se organizan y realizan actividades juntos y comparten los espacios que logran captar en las cárceles. Lo hacen para garantizar la seguridad de todos, ya que, si están unidos, será más difícil que alguno sea víctima de violencia, maltrato o discriminación.
Cuando un ciudadano de ese país ingresa a un centro de reclusión, es integrado en el grupo.
El resto de extranjeros trata de buscar espacios con la población boliviana y de esa forma tener garantizado un lugar para dormir y un plato de comida para alimentarse porque carecen de dinero, la mayoría.
1 Delegado extranjero menor en El Abra
Hasta el momento, solo un recluso peruano logró ser delegado de bajo rango en el penal de máxima seguridad de El Abra.
En los otros centros de reclusión, esos espacios que dan cierto poder son ocupados solo por bolivianos.
Las peleas internas son por el poder
Dentro de las cárceles hay peleas internas entre presos bolivianos y extranjeros para tener el poder.
Si bien las autoridades de Régimen Penitenciario o los jueces tienen conocimiento de lo que sucede, normalmente, no hay denuncia de ninguna de las partes, por lo que son temas que solo quedan en medio de las celdas.