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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 16:06

Postromanticismo: los secretos para tener una relación de pareja sana

No hay recetas mágicas para seguir en cuestión de vínculos afectivos, pero es importante tener en cuenta estos puntos para cuidar el amor. 
Postromanticismo: los secretos para tener una relación de pareja sana



Todos sabemos que no existe una receta para ser felices en pareja. Si existiera algo así, quien la tuviera sería la persona más buscada del mundo, porque mantener el amor no es fácil.

Pero si bien no existe una receta, existen algunas pistas que se puede seguir para lograr una relación duradera y positiva.

Lo que las parejas deberían evitar es que aparezcan dos sensaciones fatídicas: la falta de valoración y la distancia emocional. Para esto, los enamorados tendrían que estar pendientes de los siguientes factores:

1. Admiración

Una cuota de asombro tiene que estar presente en la pareja. Te tiene que gustar mucho algo que hace el otro, o cómo lo hace. Esta dosis de fascinación tiene que ser mutua, no funciona si es unilateral.

Cuando hablamos de admiración, el peligro puede llegar a ser que ese deslumbramiento sea excesivo y se convierta en idealización. Si pasa eso tenemos un problema, porque hay uno que está en un pedestal y el otro lo mira desde abajo.

2. Momentos de conexión

Toda pareja sana necesita compartir momentos de a dos y, además, que ese tiempo sea de calidad. Esto está relacionado con la intimidad y es a partir de los tiempos juntos que uno puede conocer los miedos, los deseos, los proyectos, los sueños y todo lo que le pasa al otro.

Generar momentos de conexión de calidad no precisa de cenas caras, ni regalos espectaculares: un café cuando los hijos se durmieron puede ser una muy buena oportunidad.

3. Amistad

Toda pareja saludable tiene que tener una dosis de amistad y compañerismo, pero siempre debe existir el componente sexual y erótico en juego. Además del sexo, la ternura y un por- centaje de amistad generan el equilibrio perfecto para que el vínculo se sostenga en el tiempo y lo haga bien.

4. distribución del poder

En todas las relaciones circula poder y la pareja no es la excepción.

Si bien nos gusta pensar en el amor en términos románticos, de magia y todo eso, lo cierto es que circula poder como en cualquier otro vínculo y dependerá de cuán bien distribuido esté para que la relación de pareja sea equitativa y sana.

El mayor riesgo surge cuando uno de los dos tiene más peso que el otro, esto los convierte en una relación asimétrica.

5. Conciencia del contrato

Todos los enamorados tienen un contrato, y tu relación no es la excep-ción. La convivencia siempre trae consigo tensiones.

Sin embargo, esto se vuelve crítico cuando uno de los dos, o ambos, se resiste a cumplir su rol.

No solo en esas pequeñas tareas o gestiones cotidianas, sino también en aspectos más profundos como la fidelidad, la atención y considera-ción al otro, o la disponibilidad.

Además, más tarde o más temprano, necesitan renegociar ese acuerdo mutuo (por lo menos alguna vez en la historia del vínculo).

6. Construir un "nosotros"

El contrato y la distribución del poder se definen en un lugar imaginario que es el "nosotros". Sí, todas las parejas necesitan construir un espacio que supere el “tú y yo”.

Desde ese lugar la relación tendrá que definir los puntos anteriores y muchas cosas más. Ese espacio se construye de a dos y requiere un cierto "mantenimiento" por parte de los integrantes. Es que se sabe que no hay nada que se mantenga fijo y para siempre l