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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:22

8 consecuencias de ser impaciente

La impaciencia tiene varios efectos negativos, tanto a nivel psicológico como físico. Aprenda a manejar este defecto.<BR>
8 consecuencias de ser impaciente



La actitud positiva facilita que podamos disfrutar de nuestro día a día, con las consecuencias -como descansar mejor o establecer relaciones sociales de mayor calidad- que de ello se deriva. En el lado opuesto, parte del estrés o la ansiedad que te amenaza en lo cotidiano y aumenta la sensación de cansancio; la misma que se deriva de esos momentos en los que te muestras muy impaciente.

Si en alguna ocasión necesitas un informe en el trabajo que no llega a tiempo o has quedado con un amigo que llega tarde, valora realmente la trascendencia de estos hechos, ¿objetivamente merecen el hecho de despertar tu “lado” más impaciente?

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

1. Cualquier objetivo se complica

Ser impaciente no te aportará nada positivo. Lo único que conseguirás será experimentar una sensación de frustración y de impotencia, al ver que no puedes hacer nada para mejorar el curso de los acontecimientos.

Además, estas sensaciones tan solo harán que empeore tu estado de ánimo. La impaciencia alimenta a la propia impaciencia.

2. Nos impide disfrutar de lo que sucede =

Es importante disfrutar de cada momento

de la vida, ya que no volverá. En este sentido, la impaciencia no nos permitirá vivir en el presente, ya que no podremos evitar centrar toda nuestra atención en lo que está por venir, pero no llega.

3. Ser impacientes nubla nuestra visión

Casi todas las situaciones tienen un lado posi-tivo. Por tanto, si nos sentimos en un atasco y no conseguimos avanzar, podemos apro-vechar para escuchar la radio, poner música o hacer con el manos libres esa llamada que teníamos pendiente. Esto nos mantendrá distraídos y alejará esa sensación que tan impacientes nos vuelve: la de estar perdiendo el tiempo.

4. Se refuerzan las emociones negativas

Vivir sintiendo impaciencia te convertirá en una persona ansiosa, estresada y angustiada que tiende a ver siempre el lado negativo de cada situación. Debemos tener en cuenta que nuestra forma de ser depende de nuestras emociones, y el hecho de ser impaciente nos convertirá, con toda probabilidad, en personas con una actitud negativa y que se quejan constantemente.

5. Ser impacientes afecta al estado emocional

Si deseamos ser unas personas equilibradas y que se sientan bien consigo mismas, lo mejor que podemos hacer es educar y educarnos en emociones. Más que de eliminar la impaciencia, se trata de que, cuando aparece no termine nublando nuestra capacidad para pensar.

CONSECUENCIAS EN LA SALUD

Además de las consecuencias que el hecho de ser impaciente tiene sobre nuestro bienestar emocional, también puede haber ciertos factores relacionados con la salud física.

6. Ser impaciente puede generar obesidad

Las personas impacientes pueden ser más propensas a padecer obesidad. Esto se debe a que están acostumbrados a dedicar menos tiempo a su alimentación, y comen de una forma más compulsiva y menos ordenada, consumiendo mayores cantidades de comida en menos tiempo.

7. Aparición de hipertensión

Por otro lado, un alto número de las personas que se caracterizan como impacientes tienen un mayor riesgo de hipertensión. Esto puede deberse al mayor estrés que sufren durante su día a día, acrecentado por las sensaciones de agobio e impotencia debidas a su carácter impaciente y ansioso.