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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Comer fruta, ¿engorda?

La gente le tiene miedo a la fruta, hay una creencia que la ha demonizado: “¡La fruta tiene azúcares que son malos!”. 
Comer fruta, ¿engorda?



¿Cuántas veces le han pedido recetas de batidos sin plátano? Hay temor a que algo natural, perfectamente empaquetado por la naturaleza nos haga ganar peso o sea peor para nuestro cuerpo que una barrita de cereales envasada en plástico o aluminio repleta de saborizantes, edulcorantes y otros “antes” químicos.

Está claro que las frutas son una rica fuente de calorías yazúcares naturales, pero también son un “envase” natural de antioxidantes y minerales. Se trata de uno de los grupos de alimentos más depurativos que existen y como tal debemos incluirlas en nuestra dieta.

Los azúcares de la fruta

Los cuerpos sanos tienen la capacidad de gestionar los azúcares de una manera muy distinta a aquellos que padecen desequilibrios como la candidiasis, hongos, diabetes o problemas de hígado. O si al consumir fruta aún tenemos restos de alimentos altamente ricos en proteínas o grasas en el estómago, esto también puede afectar a cómo nuestro organismo va a reaccionar frente a los azúcares de la fruta.

La fruta nos ayuda a limpiar el cuerpo, nos ayuda a mover y estimular el tránsito intestinal, es fácil de digerir, es muy rica en agua y fibra, no tiene almidones densos ni grasas, y su tiempo estimado de digestión es de unos 20 minutos.

Si consumimos fruta después de las comidas, o si comemos fruta indiscriminadamente durante todo el día y no tenemos en cuenta qué es lo que acabamos de comer hace poco y que aún perdura en nuestro estómago, puede que esa manzana, esas fresas, ese trozo de melón, nos sienten mal, nos provoquen gases y nos hinchen la barriga.

Estas mezclas no nos ayudarán a sentirnos más ligeros, provocarán fermentación de los azúcares rápidos de la fruta, y con esto la aparición de toxinas. Como consecuencia, más retención de líquidos y grasa.

El zumo frente a la pieza de fruta

EFE/Elisa Laderas

El Abecedario de la Nutrición llega a su última letra, la Z. Zumos frente a piezas de frutas. La nutricionista Anabel Aragón nos recuerda la importancia que tienen las frutas en nuestra alimentación.

¿Es mejor el zumo o la pieza de fruta?

Las frutas en sí mismas contienen infinidad de nutrientes y para beneficiarnos de todos ellos es mejor que consumamos la fruta entera. Es la única manera de no desaprovechar nada, de tomar todo lo bueno de la fruta y no dejar de lado algunos nutrientes beneficiosos para el organismo. Si consumimos la fruta exprimida, no estamos ingiriendo la pulpa ni otras partes del alimento que contienen elementos beneficiosos.

En los zumos, así como también ocurre con los licuados, los smothies, debemos tener en cuenta que para un vaso de zumo, necesitamos varias piezas de frutas. Al eliminar la pulpa y quedarnos solo con la parte líquida, el volumen es más pequeño. Al consumir más frutas de golpe, también consumimos más azúcares naturales y más calorías que si te comieras la pieza de fruta entera. Es fácil beberte un zumo de 5 naranjas, pero un plato de 5 naranjas no.