Vinchita, el asesino de hija de cónsul que armó una discoteca en su celda
Uno de los delincuentes más poderosos de la historia de la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz, fue Franz Reynaldo Gonzales Gonzales, alias Vinchita. Su nombre salió publicado en 2003 en diarios internacionales, luego de que asesinara a la hija de la cónsul de Estados Unidos en Bolivia, para robarle un vehículo.
El crimen ocurrió el 21 de noviembre de 2003. Vinchita interceptó a la joven Jessika Borda, quien manejaba una vagoneta Suzuki Vitara. Pese a que ella no opuso resistencia y descendió del carro para entregarle las llaves al atracador, Franz Reynaldo Gonzales le apuntó un arma de fuego calibre 45 a la garganta y disparó sin piedad.
Ese año hubo una ola de asaltos a mano armada en Santa Cruz y varias víctimas fatales. La población estaba atemorizada, y el ataque a la hija de la cónsul estadounidense Rhea Borda fue la gota que colmó el vaso.
Una multitudinaria marcha ciudadana de protesta demandó la captura de los criminales y le dio plazo al Gobierno para frenar la violencia. Las pesquisas policiales lograron dar con el asesino de Jessika Borda en una hacienda rural del municipio de Cotoca.
Franz Reynaldo Gonzales reconoció el crimen y, tras un juicio por los delitos de robo agravado y asesinato, fue sentenciado a 30 años de reclusión.
Vinchita ingresó a Palmasola con paso de parada. Matar a la hija de una cónsul le dio fama de avezado y muy peligroso. Los internos se quejaron por sus abusos, por lo que a principios de 2004 fue trasladado a la cárcel de San Pedro, en La Paz. En septiembre de ese mismo año, logró escaparse de ese penal. Luego de una intensa búsqueda policial, Vinchita fue recapturado.
Esta vez fue enviado al penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Sus abogados interpusieron varios recursos legales y lograron que sea devuelto a Palmasola en 2010.
LA CELDA ERÓTICA
En agosto de 2011, Vinchita ocupó de nuevo los titulares de apertura de los principales diarios nacionales, cuando se descubrió que había convertido su celda en una discoteca que bautizó como “La celda erótica”.
Allí celebraba fiestas en las que no faltaba el alcohol y la visita de hermosas mujeres invitadas de afuera y modelos de ropa interior femenina. Además, la famosa y amplia celda tenía un jacuzzi, modernos equipos de sonido, televisión e iluminación. No solo eso. Vinchita había instalado un sistema de cámaras para filmar todas las fiestas y sesiones “de amor”. Los noticieros de televisión mostraron imágenes de la insólita celda ambientando sus notas con un tema que estaba de moda y que Vinchita bailaba en todas sus fiestas: “El Panamericano”.
Las críticas llovieron sobre los policías que permitieron esos desmanes y, entonces, se supo que Vinchita había recobrado el poder sobre Palmasola, y que pagaba muy bien por esa “permisividad”.
El escándalo hizo que las autoridades judiciales y de Gobierno ordenen el traslado de Gonzales, el 6 de agosto de 2011, al penal de Chonchocoro. Una vez más, los abogados de Vinchita recurrieron a un abanico de recursos legales para solicitar que su cliente sea enviado a Palmasola, alegando que había sido amenazado de muerte dentro del recinto penitenciario paceño.
La Dirección de Régimen Penitenciario de Santa Cruz respondió que la población de Palmasola rechazó rotundamente el retorno de Vinchita. Desde Chonchocoro, se informó que Gonzales fue aislado para preservar su vida. Poco después, el 25 de mayo de 2012, el Juez Cuarto en lo Penal ordenó el traslado de Vinchita nuevamente a la cárcel de Palmasola.
El 31 de mayo de 2012, la Dirección de Régimen Penitenciario solicitó viáticos y pasajes aéreos para cumplir la orden judicial. El 1 de junio dieron curso a la solicitud, pero el Ministerio de Gobierno presentó un recurso de apelación incidental el 4 de junio para evitar la vuelta de Vinchita. El recurso fue negado al tratarse de una apelación por un tercero que no era parte del proceso.
El 9 de julio salió la orden del traslado, pero trámites burocráticos demoraron el viaje. El 27 de julio de 2012, se confirmó que Vinchita había sido asesinado en la celda de aislamiento, en el sector de régimen cerrado de Chonchocoro. El entonces jefe de la División de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de El Alto, Osvaldo Fuentes, dirigió el levantamiento legal del cadáver.
115 PUÑALADAS
La autopsia reveló que fue víctima de 115 puñaladas y que murió por una hemorragia masiva. La Policía sostuvo que hubo una riña entre reclusos por rivalidades y “pugnas de poder”. Sin embargo, los abogados cuestionaron la lentitud con la que se tramitó el traslado de Vinchita, toda vez que él había sido amenazado de muerte por otros reclusos considerados “pesos pesados”.
Celda erótica
En YouTube aparece el video de la Celda erótica del Vinchita, en el que se observa el desfile de varias mujeres en ropa interior, y luego bailando. Fue un escándalo nacional.
Salía de la cárcel
Vinchita fue fotografiado saliendo “de shopping” y a comer en restaurantes paceños, en febrero de 2012, lo que causó críticas a Régimen Penitenciario.