El peso del Concejo en torno a la silla del Alcalde
En Quillacollo, el 9 de junio, el Concejo Municipal suspendió a Eduardo Mérida del Frente Para la Victoria (FPV) y eligió como interino a Zacarías Jayta de la misma agrupación ciudadana.
No es la primera vez que los concejales deciden el cambio de autoridad. Ocurrió varias veces desde hace 14 años, incluso entre concejales del mismo partido político, como los del Movimiento Al Socialismo (MAS). En la actual gestión, los cinco concejales del FPV se volcaron contra Mérida desde hace dos años y tuvo a los 11 en su contra hasta que fue destituido. El peso del Concejo Municipal parece ser mayor en Quillacollo que en otras alcaldías.
La Directiva está a la cabeza del concejal del MAS Víctor Osinaga, quien por tercera vez en esta gestión ocupa la Presidencia. La vicepresidenta también es del MAS, Juany Veizaga; y el concejal secretario es del FPV, Willy López.
Hay otros tres concejales del MAS: Aidee Mamani, Roberto Vargas y Valerio Ramos; tres del FPV: Antonio Montaño, Héctor Montaño y Plácido Molina; y uno del Movimiento Demócrata Social (Demócratas), René Fernández. El alcalde interino Zacarías Jayta fue concejal del FPV y aún no se habilitó a su suplente en el Órgano Deliberante.
De todos, el con mayor carrera política es Osinaga, concejal desde hace ocho años. Los demás son concejales por primera vez. Antes fueron dirigentes vecinales, del transporte y también profesores y abogados.
Osinaga dijo que conoce “muy bien” la administración municipal.
López expresó que el Concejo tiene más peso que el mismo Alcalde.
“En mi criterio, sí. En el Concejo, hay cinco representantes del MAS y un demócrata, además de los del FPV. El pueblo lo ha decidido así. Ahí están resumidas todas las fuerzas políticas que tienen aceptación en Quillacollo”.
Aseguró que, en ese contexto, la autoridad electa como Alcalde tiene la obligación de coordinar con la institución legislativa municipal para canalizar y transparentar actos.
“En el Órgano Deliberante, fiscalizador y legislativo, siempre va a ser difícil de convencer al cien por cien, pero, se debe cumplir el rol que va a ser sinónimo de que existe transparencia. Sin embargo, en este caso, estos tres años (2015 - 2018) ya tienen todo lo contrario. Hemos tenido un Alcalde que ha obstruido los temas de fiscalización”.
Para Osinaga, desde hace años, “más peso que el Concejo ha tenido la corrupción” en el municipio.
“Han habido cambios incluso por alcaldes del MAS, quienes han generado hechos de corrupción realmente bochornosos (…). El Concejo tiene la obligación de combatir la corrupción y ese creo que es el peso”.
Anunció que habrá más denuncias porque los mismos funcionarios estarían dando a conocer hechos de corrupción. Afirmó que la de Quillacollo “debe ser una de las alcaldías más corruptas de toda Latinoamérica”.
Osinaga es el concejal que mayor cantidad de procesos inició contra el alcalde Mérida. Aunque, durante la anterior gestión (2010 - 2015) también fue víctima. Le vincularon con el cobro de diezmos a empresas constructoras. La denuncia fue conocida entonces por el Ministerio de Transparencia.
Mérida calificó a Osinaga como “tumbador de alcaldes”. Osinaga aseguró que entró como concejal “de base” tras la caída del exalcalde Héctor Cartagena, cuando se dio el interinato de Carla Lorena Pinto. “No tuvimos nada que ver en aquello”.
Cuando en elecciones ganó Charles Becerra, fue presidente del Concejo. “Tuve el apoyo para conformar un equipo que le dio estabilidad a Charles Becerra. En esa gestión no hubo inestabilidad”.
La vicepresidenta Veizaga defendió las atribuciones del Concejo. Sobre la destitución de Mérida, enfatizó que no se fijan el partido de la autoridad, sino que se cumpla la norma.
Mérida, en su defensa, denunció que los concejales le habían pedido “repartirse la torta (el dinero)” del municipio en torno a la ejecución de proyectos y que, al haberlo rechazado, se fueron en su contra “uniéndose” al MAS.
Emprendió un movimiento para “defender la democracia”. Instaló una especie de casa de campaña, protagoniza movilizaciones y hasta presentó memoriales en rechazo de su suspensión y la habilitación de otra autoridad.
Corrupción
El presidente del Concejo Municipal afirmó que la de Quillacollo “debe ser una las alcaldías más corruptas de toda Latinoamérica”.
10 Concejales
A Quillacollo le corresponden 11 concejales, pero en la actualidad tiene 10, debido a que uno de ellos, Zacarías Jayta, fue elegido como alcalde interino y su suplente no fue habilitado en el Concejo Municipal.
Apuntes
En contra
* El alcalde suspendido temporalmente en Quillacollo, Eduardo Mérida, tiene en contra a todos los concejales de su municipio y uno de ellos es en la actualidad el alcalde interino, Zacarías Jayta.
* Además, pesan sobre la autoridad suspendida 22 procesos que se acumularon desde que inició la gestión en 2015 y se anuncia que habrá más, según el presidente del Concejo Municipal, Víctor Osinaga.
* Mérida denunció que la solicitud fue presentada ante la pretensión de obtención de credencial de alcalde suplente Zacarías Jayta para hacer efectiva la suspensión de Mérida.
En defensa
* En defensa de su situación en la institución pública, Mérida instaló una casa de campaña donde trabaja pintando banderas, entre otras actividades, junto a exfuncionarios que hasta hace pocos días le acompañaban en la Alcaldía.
* La pasada semana, protagonizó una movilización. Junto a otros ciudadanos, se congregó en la plaza Hernando Siles, para salir en una marcha “en defensa de la democracia” hasta el frontis de la Alcaldía, en rechazo al accionar del Concejo Municipal. Simpatizantes y organizaciones sociales concurrieron con carteles, banderas y petardos, en apoyo al Alcalde electo y la democracia, bajo la consigna: “Quillacollo no es del MAS”.
* Mérida, además, presentó un memorial en el Tribunal Electoral Departamental (TED) en mérito al control de la legalidad, constitucionalidad y convencionalidad, a efecto de rechazar cualquier solicitud de suspensión de su condición de Alcalde y la acreditación de otro en su lugar.
“Sin esconderse”
Mérida asegura que no se esconderá pese a los procesos que impulsan los concejales.
“Primero me sacaron. El segundo paso es mandarme a la cárcel (...). Yo no cometí actos de corrupción. No tengo porqué esconderme y lo que estoy haciendo es articular mi población y la gente, funcionarios que han sido agradecidos. No vamos a dejarlos huérfanos y no nos vamos a esconder”.
Suspensión con sueldo
Los concejales quillacolleños determinaron la suspensión temporal de Mérida “con goce de haberes”, en tanto se resuelva el tema legal a su favor o en contra.
Mérida informó que no cobrará esos salarios y que, entretanto, se ayudará económicamente con sus ahorros, incluso para algunos gastos de la casa de campaña que instaló junto a sus seguidores.